Los trabajos previos a uno de los proyectos de mayor envergadura que realizará la empresa municipal Emacsa en los próximos años ya han empezado. La empresa ha encargado los estudios arqueológicos y geotécnicos en los terrenos del Balcón del Guadalquivir en los que construirá un tanque de tormentas, que evitará inundaciones y los vertidos al río. Esas tareas llevan desarrollándose desde la semana pasada. El proyecto se encuentra en la fase de redacción, en la que estará hasta final de año. Las previsiones del gerente de Emacsa, Rafael Serrano, son que las obras salgan a concurso en el primer trimestre del año y que se inicien antes de la próxima feria.

Este primer tanque de tormentas costará 10,5 millones de euros y el objetivo de Emacsa es que esté construido para la primavera del 2023, ya que tendrá un plazo de ejecución de veinte meses. Cuando la empresa municipal dio a conocer esta iniciativa, Emacsa anunció que invertirá 100 millones de euros en los cinco tanques de tormenta que va a llevar a cabo y que que estarán repartidos por la ciudad, por lo que el del Balcón del Guadalquivir no es el único. Además de este, habrá otros por los alrededores de esta zona, en Poniente, en el Cortijo del Cura y en la zona del Jardín Botánico. El tanque de tormenta tendrá capacidad para almacenar 20.000 metros cúbicos de agua diluida.