La presidenta provincial de la AECC en Córdoba y consejera nacional de esta asociación, Auxiliadora Cabanás, es médico de Atención Primaria y ha realizado muchísimos talleres para dejar de fumar en el centro de salud de Santa Rosa, donde -según su experiencia- en siete semanas se puede abandonar el tabaco. Sin embargo, su mejor consejo para todos los menores y jóvenes es que «no se empiece a fumar, porque la nicotina es la droga más rápida del mundo. En siete segundos ya está en el cerebro y en 15, en las piernas. Sin olvidar que provoca un mono terrible».

La edad media en la que se está empezando a fumar es a los 14 años, según datos de la AECC. En su opinión, todavía hoy en día falta información sobre los perjuicios para la salud de fumar y los beneficios de abandonar el tabaco. «A las 48 horas de dejar de fumar ya se huele mejor; a los 17 días se nota una mejora notable en el movimiento de las piernas y a los doce o quince años las células pulmonares se normalizan», afirma Auxiliadora Cábanas.

Para el doctor Francisco Santos, «el tabaco debía tener el mismo rango que una sustancia que mata, el mismo que la cocaína», pero confía en que «con voluntad y con ayuda se puede dejar de fumar. Hay que plantearse el día a día y decir hoy no voy a fumar».

Además de la voluntad y de los talleres de deshabituación tabáquica, desde el 2020 se comercializó un medicamento para dejar de fumar, el Champix.

De este compuesto, según datos del 2020, se habían extendido 2.889 recetas en Córdoba desde que se iniciara la medida, lo que supuso un desembolso para la Junta de Andalucía de 202.279 euros. Según datos de la Delegación de Salud de la Junta, hace un año eran 1.964 los pacientes que estaban medicados con este tratamiento en Córdoba, y un total de 537 los profesionales de la provincia que habían prescrito esta medicación.

Este año se cumplen 15 de aquella ley que prohibía fumar en espacios públicos cerrados en todo el territorio nacional; aquella normativa logró que muchos fumadores abandonaran el tabaco, especialmente los hombres. «Hace 15 o 20 años, el 80% de los pacientes que veíamos por patologías relacionadas con el tabaco eran hombres. Ahora, el 50% son mujeres», dice Santos.