Ver arder los árboles entre los que te has criado te ataca al recuerdo, al sentimiento. Por eso, “con más corazón que conocimientos”, hace en torno a 30 años lo que podría considerarse “un grupo de amigos” comenzó a trabajar para evitar incendios forestales en la sierra, desde la prevención o desde la actuación directa. “No quiero que se queme mi sierra, es parte de mí”, expresa Juan Jiménez, presidente de la Asociación GLPA Siete Fincas tras recibir un reconocimiento al Compromiso Ambiental en los Premios Andalucía de Medio Ambiente de la Junta.

Desde sus inicios, a la par que el Infoca, este equipo de voluntarios ha ido creciendo hasta convertirse en una herencia. En el grupo trabajan abuelos y nietos, entre los cerca de 70 integrantes, que ayudan “en todo lo posible” con el carácter más puro de una asociación altruista. Durante la pandemia, por ejemplo, dedicaron parte de su tiempo a desinfectar todas las urbanizaciones de la sierra o, durante años, se han dedicado a la recuperación de fuentes. Ahora, con más herramientas que antes, gracias al apoyo de la Junta, y con una formación continua, porque no hay que olvidar que “nos jugamos el físico”, recuerda Jiménez.

“No quiero que se queme mi sierra, es parte de mí”

Juan Jiménez - Presidente de la Asociación GLPA Siete Fincas

Cuando una alerta por incendio forestal les llega, desde el equipo no dudan en actuar. Gracias al apoyo de vecinos y otras entidades, el responsable explica que tienen “ojos en todos lados”, lo que hace posible que ejerzan una labor de colaboración con el Infoca. Y, aunque el hecho de sofocar incendios pueda ir acompañado de adjetivos grandilocuentes, todo el año realizan una labor de prevención y concienciación que supone el primer eslabón para evitar el riesgo posible.

No es una exageración, asegura Jiménez, cuando avisa de que si hoy se produce un incendio en las circunstancias propicias en Medina Azahara, podría llegar a Villaviciosa sin problema y sin resistencia ante los esfuerzos de Andalucía, que resultarían insuficientes. “Se están dando las condiciones necesarias”, señala. Y apunta al abandono de las zonas rurales, así como al incremento de las temperaturas por el cambio climático.

“La sierra antes se utilizaba para agricultura y ganadería, pero ahora tiene un carácter más lúdico”, explica el coordinador del grupo. “No hay ganado que se coma la vegetación ni sitios donde cultivar”. En su opinión hace falta “recuperar caminos” y volver a cuidar sus espacios con el fin de evitar que ocurran incidentes como estos.

Que a día de hoy la Asociación GLPA Siete Fincas sea reconocida a nivel andaluz en materia medioambiental para Jiménez es un “orgullo” y un “honor”. Los años de trayectoria y la memoria de unos inicios modestos suman en una momento tan especial para el presidente de la asociación. Pero no pierde la humildad. Hemos ido evolucionando, pero cualquiera haría lo mismo”, dice.