Las restricciones de la Junta de Andalucía para luchar contra la pandemia del covid-19 se han relajado un poco desde este jueves, permitiendo tanto a la hostelería como al comercio tener abiertos sus establecimientos hasta poco antes de las 23.00 horas. La impresión de ambos sectores es unánime: «es un grandísimo respiro». A este alivio se suma que también desde este jueves existe movilidad entre las provincias andaluzas y esta última medida ha caído en Córdoba como «agua de mayo», especialmente para los comercios.

Para uno de los propietarios de los restaurantes Moriles, Rafael Cordón, el no tener que cerrar a las 20.00 horas, como era habitual desde hace semanas, es «muy de agradecer, ya que al tener que recoger las mesas a esa hora «solo teníamos el tardeo, pero perdíamos las cenas. El tener que echar el cierre a las 23.00 horas no es el 100% de lo que deseamos, pero es bastante positivo».

Reconoce que el cliente se ha ido poco a poco acostumbrando y que hay muchos «que cuando teníamos que cerrar a las diez de la noche venían a cenar a las nueve». Recuerda que todavía están las barras «anuladas» y que en el interior solo se permite un aforo del 50%, pero que con las cenas, que ahora podrá servir, espera ganar cerca de un 30% más que hasta ahora.

Para la propietaria del puesto de caracoles de la plaza del Zoco, Esmeralda García, la ampliación del horario es «fundamental, porque a las ocho es la hora punta del caracol». Explica que «no está muy animosa», puesto que ha tenido que cerrar muchos días sin vender prácticamente ni una ración de caracoles. Espera que este fin de semana, los clientes se acerquen a su puesto y consuman, porque «luego llega el calor y hasta las nueve de la noche no sale nadie a la calle». La lluvia tampoco ayuda. «Ésta semana he vendido ocho o diez raciones al día. Una miseria», comenta Esmeralda García, que desea que las cosas mejoren de aquí al 14 de junio, fecha en la que su puesto tendrá que abandonar la plaza del Zoco.

Con mucha más alegría y esperanza ha recibido el alivio de las restricciones Yolanda Martínez, propietaria de la tienda de regalos Jatamán, en la calle Deanes de La Judería. «Desde mañana sábado vamos a abrir el comercio todos los días. Espero que los andaluces se comporten y nos ayuden viniendo a Córdoba», dice ilusionada. Durante todos los meses que van de pandemia, «abríamos y lo único que sacábamos eran los gastos de la luz», recuerda.

El presidente de Hostecor, Fran de la Torre, considera que estas medidas dan «oxígeno», pero que hay que ampliar el horario nocturno, porque «para salvar el verano en el interior de Andalucía hay que dar cenas». Mientras que el presidente de la Federación de Comercio de Córdoba, Rafael Bados, apunta que es una buena noticia el poder «volver a los horarios normales».