El próximo 29 de abril, se cumplirán seis meses del inicio del programa de atención a personas sin hogar puesto en marcha por el Ayuntamiento de Córdoba para dar cobertura durante el estado de alarma derivado de la crisis del coronavirus a este colectivo, después de la primera experiencia desarrollada en el Colegio Mayor Séneca. Diez días después (el 9 de mayo), salvo que el Gobierno central dé marcha atrás, el fin del estado de alarma pondrá fin al servicio, motivado por la excepcionalidad del momento.

A medida que se acerca ese día, crece la incertidumbre de las personas acogidas a este recurso, que ha sido posible gracias a los convenios firmados con dos hostales de Córdoba, mientras el área de Servicios Sociales estudia algún tipo de alternativa, ya que la casa de acogida municipal y la casa Madre del Redentor de Cáritas tienen todas las plazas ocupadas.

Según ha explicado la concejala de Asuntos Sociales, Eva Contador, desde que se puso en marcha este servicio de alojamiento 152 personas han hecho uso del mismo y actualmente hay una ocupación media de 40 plazas. «El estado de alarma nos daba la cobertura jurídica para establecer un convenio que dé cobertura a estas personas sin hogar, así que ahora estamos estudiando qué alternativas puede haber dentro de las competencias municipales», señala Contador, que plantea la posibilidad de firmar un convenio que permita reservar un número de plazas para atender los casos de emergencia habitacional que puedan surgir no solo de personas sin hogar sino en caso de desahucio o en situaciones de exclusión social grave. De momento, no hay nada seguro, pero esa es la opción que está sobre la mesa.

Para el corto plazo, el Consistorio ha decidido alargar las plazas de la ola de frío que ofrecen un sitio solo para dormir en la casa de acogida y en la de Cáritas hasta finales de mayo. Todo esto ocurre mientras la obra del centro de emergencia habitacional, que podría servir de soporte para estos casos, sigue sin terminar (la construcción empezó en el mandato anterior) y sin fecha para su entrega y puesta en carga. 

Quedarse en el hostal con una rebaja del precio de la habitación

Por su parte, el hostal Lucano, que ha venido alojando a personas sin hogar desde octubre, ha ofrecido a los usuarios que llevan alojados en las instalaciones desde el principio la posibilidad de quedarse con una rebaja de la tarifa. Según el gerente, Víctor González, «la convivencia en estos meses ha tenido sus momentos conflictivos en los que ha sido necesaria incluso la presencia de la policía, pero también hemos tenido a personas que se han comportado bien y que nos gustaría que no se quedaran en la estacada», comenta.

Según González, a lo largo de estos seis meses, «ha habido días con 46 y 48 camas ocupadas y otros en que ha bajado a 30 o 35», comenta, «la mitad de los que han pasado por aquí permanecen desde hace seis meses y algunos de ellos se están planteando quedarse». Al igual que sus inquilinos, el hostal está pendiente de las decisiones que se adopten sobre la aplicación del estado de alarma. «Si el Gobierno lo amplía otra vez, la situación continuará como hasta ahora y si lo cancela, el Ayuntamiento pondrá fin al convenio», comentó, «a algunos les ha salido de trabajo y se han ido y hay quien quiere moverse para reunirse con familiares, otros no saben dónde irán».