Rafael Rosa, vecino de La Carlota de 57 años, no dudó ni un instante en hacerse la prueba para el diagnóstico precoz del cáncer de colon cuando en su casa recibió una carta de la Consejería de Salud, informándole de que por tener entre 50 y 69 años, podía beneficiarse de este programa. En su casa recibió un kit, con el que recogió una muestra para determinar si presentaba sangre oculta en las heces, y dicha muestra la entregó en su centro de salud para que fuera analizada en el hospital Reina Sofía.

En la mayoría de los casos el resultado de la prueba es negativo y se insta a la población que se encuentra en esa franja de edades que se repita la prueba a los dos años. Sin embargo, a Rafael lo llamaron por teléfono desde su centro de salud, avisándole de que debía realizarse una colonoscopia, porque el resultado había dado positivo por posible riesgo de presentar un precáncer o un cáncer colorrectal.

«Me practicaron en el hospital Reina Sofía una colonoscopia en octubre del año pasado y, mientras me realizaban la prueba, me extirparon ocho pólipos y uno de ellos era maligno. Aquello duró apenas unas horas y en el mismo día volví a mi casa, curado de lo que podía haber desencadenado un cáncer si no se hubiera pillado a tiempo. Si no me hubiera hecho la prueba, pues a lo mejor hubieran transcurrido los años y me habría encontrado con un cáncer avanzado, ya que la verdad es que no me notaba síntoma alguno», relata.

Participación

Por eso, Rafael Rosa anima a toda la población que se encuentre entre los 50 y 69 años a que se haga la prueba de sangre oculta en heces cuando le llegue la carta a su domicilio, porque el diagnóstico temprano ayuda a salvar vidas. «Recientemente me han hecho una nueva colonoscopia y el resultado ha reflejado que todo está bien. Así que ya no me la repetirán hasta el próximo mes de octubre. Todos los años al menos me harán una colonoscopia», expone.

Prevención

Debido a la situación por la que ha pasado, a hermanos de Rafael le harán también pruebas para descartar que pueda sufrir este tipo de cáncer y también se las efectuarán a sus dos hijas, cuando estas cumplan 40 años. Por otro lado, su mujer, que ya tiene 52 años y cuyo padre padeció a su vez esta misma enfermedad oncológica, se va a someter igualmente a pruebas para comprobar que no presenta ningún indicio relacionado con el cáncer colorrectal.

Por otro lado, la mujer de Rafael también acude periódicamente al cribado para el diagnóstico precoz de cáncer de mama, existente en la sanidad pública. Y es que a mayor prevención, mayor supervivencia.