El Gran Teatro de Córdoba ha acogido un especial pregón de Semana Santa, condicionado por la crisis sanitaria. Han sido no una, como suele ser tradición, sino seis las voces que han rubricado el prólogo a la Semana Santa 2021. En entrevistas previas, alguno de los pregoneros lectores señalaba que el pregón de la Semana Santa 2021 sería como un álbum de fotos de la Semana de Córdoba y así fue. A veces te hacía retrotraerte a aquellas semanas santas en blanco y negro de las fotos antiguas y otras veces te llevaba a la actualidad, pero todo con un mismo mensaje: la esperanza por una Semana Santa en la calle.

El acto se abrió en el Gran Teatro con un concierto de marchas procesionales interpretadas por Rafael y Eduardo Wals al piano y el violín respectivamente. Marchas evocadoras, sirviendo alguna de ellas de homenaje a pregoneros como Francisco Melguizo quien compuso la marcha ‘Lágrimas y Desamparo’, así como ‘El cielo de Capuchinos’ en homenaje a fray Ricardo de Córdoba, pregonero de la Semana Santa 1983.

Con el nostálgico ambiente que dejaron las marchas se volvió a abrir de nuevo el telón para recibir a Rafael Fernández. quien tomó la palabra para presentar a los pregoneros-lectores. Rafael Fernández fue el pregonero designado el pasado año, que no pudo pronunciar su pregón por la pandemia, cuyos detalles contó en su presentación a la vez que fue dando unas pinceladas de los seis protagonistas.

14

Pregón de la Semana Santa de Córdoba 2021. Antonio Jesús González

 Ya todo estaba preparado para comenzar la parte central del acto cuando para sorpresa del público apareció un niño de 10 años en el escenario. Se trataba del cofrade de la Merced Pablo Gallego, quien recitó unos versos del pregón de Miguel Ángel de Abajo de 1998, dedicados a la Entrada Triunfal. Un rotundo aplauso concluyó la intervención del niño, que dio paso al inicio de las intervenciones.

Un pregón donde por encima de todo destacó la palabra, eso sí, bien dicha y en ocasiones interpretada por los cofrades Maite Montero (Estrella), Gonzalo Herreros (Dolores), Pastora Doctor (Sagrada Cena), Miguel Ángel Lopera (Rescatado), Andrés Romero (Merced) y Domingo Torres (Soledad) que bajo la dirección de Miguel Ángel de Abajo le supieron sacar todo el jugo a textos para muchos olvidados y para otros redescubiertos en este histórico momento que nos ha dejado la pandemia.

A lo largo de un intenso recorrido se pudo vivir un auténtico repaso de la Semana Santa de Córdoba donde no faltaron textos que evocaron la procesión oficial del Viernes Santo o las primeras salidas de algunas de las imágenes que hoy son un clásico dentro de las Semana Santa cordobesas.

En los textos afloraron tanto la desmesura de Montero Galvache, el verso apasionado de fray Ricardo o las calidez de las palabras de Pablo García Baena, evocadas ahora con otras voces que hicieron vibrar al Gran Teatro.

Junto a estos clásicos fueron apareciendo textos de otros pregoneros más actuales como Fermín Pérez para evocar a Jesús Nazareno, palabras que sirvieron de introducción para reivindicar la madrugada cordobesa a lo que el público respondió con un sonoro aplauso.

Los textos de Antonio Guillaume, Antonio Capdevila o el propio Miguel Ángel de Abajo entre otros sirvieron para introducir a hermandades actuales.

Ya casi al final fueron muy emotivas las palabras extraídas del pregón de Javier Tafur, cuando habló de su fallecida hija Marina. Texto introducido por el niño Pablo Gallego, que apareció de nuevo en el escenario y continuado por uno de los lectores: «Y por eso, yo sé, Marina, que si no pierdo tu infancia, y si no pierdo del todo la mía, algún día te reencontraré, más allá de los puertos grises, más allá del mar y de las montañas azules, más allá de la cruz y de la sangre de tu enfermedad, más allá de la muerte, más allá de la nada, al fondo de todo, en el último bolsillo de Dios, junto al recuerdo de un beso en una estampa de la Virgen de la Alegría».

El pregón concluyó con un mensaje de esperanza con unos versos de Miguel Ángel de Abajo leídos de nuevo por el niño Pablo Gallego al que después se unió todo el grupo: «¡Madre de toda Esperanza! / ¡Esperanza, mi Esperanza...! / ¡Gritad conmigo su nombre, / su nombre verde Esperanza!, / ¡la Esperanza de que acabe / esta noche oscura y larga! / ¡Gritad conmigo su nombre, / ¡Esperanza, mi Esperanza...! / ¡Que tu Merced nos libere!, /¡dame la mano, Esperanza!».

Las intervenciones terminaron con un caluroso aplauso por el público asistente. Poco después se les entregó por parte de la Agrupación un recuerdo y finalmente el Himno Nacional, interpretado por los hermanos Wals, puso el fin a este histórico pregón de la Semana Santa pregón de la Semana Santa 2021.

Entre los asistentes se pudo ver al delegado diocesano de Cofradías Pedro Soldado, al alcalde de la ciudad, José María Bellido, así como a distintas autoridades. Como prólogo al pregón la Agrupación entregó los títulos de Cofrade Ejemplar a Fernando Morillo-Velarde (2020) y Ángel María Varo (2021). 

Una llamada a la esperanza desde la voz de un niño

Se llama Pablo Gallego y es cofrade de la Merced, donde en los últimos años ha salido de canastilla. Ayer en el Gran Teatro brilló a través de su voz, siendo el encargado de abrir y cerrar el especial pregón de la Semana Santa de Córdoba 2021. 

Un niño cuya intervención no fue al azar sino que, como explica Miguel Ángel de Abajo, encargado de la adaptación del texto, en una nota a pie de página de la edición impresa del pregón, ha querido que sea un niño el que alce la voz y abra este pregón como una metáfora para recuperar la esperanza por esa Semana Santa que todos anhelamos que llegue cuanto antes.

Es la primera vez que un niño abre el pregón de la Semana Santa en esta ocasión con unos versos de otro pregonero dedicados a la hermandad de la Entrada Triunfal, la popular Borriquita. El pequeño ya no aparece prácticamente hasta el final para pronunciar unas emotivas palabras del pregón de Javier Tafur. Como señala Miguel Ángel de Abajo, «la evocación de la infancia del texto original y la idea evangélica de que para ir al cielo hay que ser como niños, sugirió optar por la voz de un niño para este momento».