Por segundo año consecutivo y tras 365 días desde aquel estado de alerta sanitaria que ponía cerco al coronavirus, Córdoba volverá a vivir la Semana Santa desde la memoria de la celebración y todo parece indicar, según los sindicatos Comisiones Obreras y la Unión General de Trabajadores, que durante la semana festiva no se registrarán contrataciones extra, sino que se dejarán de hacer los miles de contratos que se venían registrando en la provincia. La previsión en cualquier caso es el retorno de los trabajadores que se encuentran en erte actualmente.

Si la llegada de los meses primaverales ha supuesto históricamente un empujón al empleo, durante la Semana Santa era cuando los nuevos contratos alcanzaban uno de los picos más altos. En la última celebración del festejo, en abril del 2019, Córdoba apuntaba a más de 3.000 nuevos trabajadores, según un informe de la empresa de recursos humanos Randstad. La confluencia de vacaciones, viajes, visitas a familiares y llegada de turistas lo hacían posible. Y es más, hasta el 2019, la inercia era absolutamente positiva, con un incremento del 138,7% de la contratación en la última década. Córdoba, aquel año durante la temporada alta, se encontraba por encima de la media española en cuanto a generación de empleo. Solo en el sector hotelero los empleados ascendían desde los 1.244 de enero hasta los 1.389 de abril. Con el sector servicios como principal beneficiado, Randstad señalaba las cifras récord de trabajos extra durante la Semana Santa en el país, con la firma de más de 200.000 nuevos contratos.

Cambio de tendencia

Ahora, a las puertas de la temporada alta, la pandemia impide un año más la Semana Santa y sigue frenando la creación de empleo, que ha mantenido una subida constante desde el 2014. El último cambio de tendencia en España se produjo a raíz de la crisis económica del 2008. «Si, como todo parece indicar, se van a mantener en gran medida las restricciones de movilidad y de horario que se han venido aplicando en las últimas semanas, no esperamos que haya un incremento de la contratación en el sector servicios, especialmente, en restauración y hostelería», señala Manuel Casado, secretario general de Servicios de Comisiones Obreras en Córdoba. Desde los sindicatos, apuntan a las restricciones como factor determinante en la evolución del trabajo. Pero, aunque se relajen las medidas de distanciamiento social, «podemos pensar que el empleo quedará en los mismos niveles del mes de febrero y marzo de este año, ya que no se generará más demanda que la interior de nuestra provincia y, si acaso, la de personas de otras provincias andaluzas, si es que al final se permite la movilidad interprovincial», indica Manuel Torralba, secretario de Empleo y Formación de UGT Córdoba. Por lo tanto, si se confirma esta previsión de UGT, según las cifras que recoge el sindicato, el paro se mantendrá por encima de las 83.000 personas, más unas 7.000 que se mantienen en erte. «Solo nos queda comparar con abril del 2019 y nos daremos cuenta de la magnitud de la crisis que se nos ha venido encima, ya que son 13.000 las personas que han engrosado las listas del paro en ese período», advierte Torralba. La mayoría, «de los sectores turístico y hostelero, que son los más afectados y lo seguirán siendo». En definitiva, para evaluar el impacto de un abril sin Semana Santa, UGT se remonta al mismo mes del 2019. «Las cifras del paro descendieron en nuestra provincia en 1.008 personas, lo que dejaba el número de desempleados en 70.161 personas», apunta el secretario de Empleo de UGT Córdoba.

Retorno del erte

La provincia llega a la temporada alta, por lo tanto, arrastrando un agravamiento del desempleo y un alto número de trabajadores en erte. Por ello, en lugar de la creación de nuevos empleos, lo que podría marcar el próximo mes de abril es, como señalan desde CCOO, el retorno de los trabajadores que permanecen con un expediente de regulación temporal. Casado cuenta con que «los establecimientos que tienen a su personal o a parte de él en ERTE recuperen a esos trabajadores y trabajadoras, pero eso no tendrá una repercusión en la contratación extra». De tenerla, «será muy escasa», dice.

Sea como sea, para el secretario general del sindicato, «es evidente que el sector está muy necesitado de apoyo y que esta crisis está trayendo una mayor precarización si cabe». Y recuerda que «muchas personas que trabajaban en el sector no tenían contrato o su contrato era bastante precario», por lo que, a estas alturas, «ya han agotado sus prestaciones, si es que las han tenido».