Despojado de la política, Jesús Aguirre, consejero de Sanidad de la Junta de Andalucía, se vistió ayer, en Los Desayunos de Diario CÓRDOBA, de médico, de amigo y, entre aplausos y risas, se reveló la persona que hay a la cabeza de la sanidad andaluza. Desde los aprendizajes de la listeria, que presagiaba los augurios para el sistema epidemiológico implantado, hasta las lágrimas de quien pierde a un amigo, el consejero recorrió un duro año de pandemia al responder a las preguntas de los espectadores que llegaron al teléfono dispuesto para ello. Con una sonrisa, imaginó a Andalucía vislumbrando pronto la luz al final del túnel.

El 14 de marzo me quedé en casa y no salí en meses. ¿Qué planes tenía el consejero?

Empezamos antes del 14 de marzo. Desde primeros de marzo ya habíamos puesto en marcha un protocolo de actividades muy enfocado en el tema de la pandemia. Teníamos preparada la estrategia, que era muy importante, que la hemos presentado y ha pasado de soslayo, de toda la reforma del sistema sanitario público de Andalucía. Se nos quedó en stand by. No pudimos presentarlo porque ya focalizamos toda nuestra energía al abordaje del covid. Esos dos meses y medio, yo no paré en mi casa. Fueron de locura. Había que estar en muchísimos sitios pero, sobre todo, había que estar en la consejería, con mucho personal de la consejería haciendo cantidad de estrategias, entrando en una nueva línea de trabajo, una nueva forma de actuación. Había que reconducir todo el funcionamiento del Sistema Sanitario Público de Andalucía. Para mí fueron días intensos, como ha sido el año entero.

Sé que ha venido con rodaje por la carne mechada.

La carne mechada fue una oportunidad. Vimos los problemas que teníamos en el sistema de salud pública y, antes de que empezara la pandemia, el sistema de vigilancia epidemiológica, el sistema de registros, todo el sistema informático lo habíamos modificado. Un mes o dos meses antes de que viniera la pandemia del covid todo el engranaje de la salud pública lo teníamos. Por eso pienso que la listeria fue una oportunidad. 

¿Podrá ir esta Semana Santa a Los Boliches?

Yo soy de Rompido, de Huelva, y mi mujer me menciona que llevamos sin pisarlo desde que empezó esta maldita pandemia (ríe). Esperaré al miércoles que viene, que tenemos convocado a las 18.00 el Comité de Expertos y según las cifras que nos den, de muchísimos parámetros que barajamos, pues le diré a mi mujer si vamos o no vamos a Huelva. 

¿Cuál es el momento más duro que ha vivido a lo largo de este año?

He llorado. He llorado varias veces, me he venido abajo. Ha sido muy duro para todo mi equipo. El momento más duro fue en una comparecencia, en la permanente del Parlamento, en que un grupo parlamentario me achacó el tema de los profesionales sanitarios y ese mismo día me habían comunicado que había fallecido Manolo Barragán, un compañero médico, amigo mío de promoción, de viajes… Y en esa comparecencia me puse a llorar. Ya estoy para llorar otra vez. Hay que ponerle cara a Manolo Barragán, a Amanda Casado, a Joaquín Tortosa. Hay que ponerles cara. Y son amigos. Ese día era una comparecencia en el Parlamento por videoconferencia. Me tocaron la fibra sensible, me atacaron y respondí llorando. Pero bueno, estaba muy sensible. Fue un día muy duro. 

Dado que el virus parece que ha venido para quedarse, ¿se quedarán también los refuerzos sanitarios incorporados a la sanidad andaluza?

Hemos reforzado el capítulo uno, que es de personal. Ha aumentado de forma importante, va a quedar una parte muy importante de lo contratado. Terminaban los contratos covid en abril, se van a prorrogar, como mínimo, hasta final de año. Hay unas figuras nuevas que vienen para quedarse, lo que es enfermería escolar, lo que es la integración de la residencia sanitariamente, dentro del sistema sanitario público de Andalucía. Hemos ampliado la cantidad de infraestructuras sanitarias, que hay que dotarlas de personal. Luego, el número de trabajadores del sistema sanitario de Andalucía jamás ha tenido tantos como ahora. Y la mayoría para quedarse.

"El número de trabajadores del sistema sanitario de Andalucía jamás ha tenido tantos como ahora. Y la mayoría para quedarse"

Respecto a la vacunación, sobre los 4.000 viales de uno de los lotes de AstraZeneca que están siendo investigados en Europa, ¿se están administrando en Andalucía? ¿Se ha registrado aquí algún efecto adverso?

Hemos inmovilizado el lote, aunque la Agencia Europea del Medicamento nos ha comunicado que no había ningún problema, que no hay una relación directa en Austria, en Dinamarca, con ese lote y con el aumento de los trastornos de coagulación en esas personas, que han llevado a algunas al fallecimiento. Que estadísticamente en personas de 35 a 45 años hay un volumen determinado por 100.000 habitantes de incidencias sin vacuna y sin nada de tromboembolismo, pero nosotros, por principio de precaución, en Andalucía ayer dimos orden de que las 1.200 vacunas de ese lote se dejaran en stand by hasta que viéramos la resolución de la Agencia Europea del Medicamento.  

¿Cómo valora el hecho de que sanidad haya frenado el posible uso en personas mayores de estas vacunas?  

Con la vacuna AstraZeneca, como con todas las vacunas, nos tenemos que guiar por el prospecto que nos mandan los estudios. En los prospectos pone que los estudios de AstraZeneca se han hecho en menores de una edad determinada. Ahora ya se están haciendo en otra. Nosotros tenemos que fiarnos de lo que nos dice la Agencia Europea del Medicamento y de lo que nos dice el prospecto. Nosotros lo que hemos pedido es aumentar la edad de utilización de AstraZeneca, igual que ha hecho Canadá, Reino Unido, Alemania, Estados Unidos, donde se pone también en la franja de 55 a 65 y no se ha visto ningún aumento de efectos adversos en esa franja y sí una normalidad dentro de la capacidad de inmunogenicidad que provoca la vacuna.

¿Para cuándo la vacunación a los mayores de 55 años? ¿Cómo ha quedado el nuevo calendario de vacunación, modificado ayer?

Si autorizan la vacuna de AstraZeneca a mayores de 55 años, de 55 a 65 años, empezamos a vacunarlos. Sobre todo, en los grupos esenciales, se nos han quedado colgados de 55 a 65 años. Lo que no puedo es quitar vacunas de Pfizer o Moderna en mayores de 80, cuando me quedan más de 230.000 por llamar de más de 80 años, para vacunar de 55 a 65. Luego, a la espera de que me lleguen vacunas de AstraZeneca, que, como he dicho, hoy me han llegado la mitad de las que me prometieron, y que me autoricen para esa franja. En el momento en que me lo autoricen, paro todo y abordo la franja de 55 a 65. 

Sobre el primer caso de cepa sudafricana en Andalucía, ¿se ha puesto ya en cuarentena a familias, a personas de riesgo que han tenido contacto con él?   

Se ha hecho la trazabilidad, como es lógico, la secuenciación genómica cuando vimos que era un trabajador, de una ONG, de Guinea. Salió positivo. Ya se había hecho la trazabilidad. Volvió a hacerse otra vez mucho más de forma concienzuda y no hemos encontrado ningún contacto directo que haya salido positivo a coronavirus. Este señor ingresó por neumonía en el hospital y ahora mismo está en seguimiento domiciliario por parte de atención primaria.         

¿Qué ha habido de criterio político y qué de criterio científico y sanitario en las medidas que se han tomado desde las diferentes administraciones?

Cuando hemos abordado el tema de la pandemia en el Consejo de Gobierno, la intervención más importante o la de más largo tiempo hablando desde que empezó la pandemia es siempre la intervención de este consejero en el Consejo de Gobierno. Desde el primer día, todas las consejerías, desde el punto de vista económico, viendo las necesidades económicas que iba a tener la consejería de Salud, dieron un paso atrás y aportaron presupuestos propios suyos a la propia consejería. Las medidas, no que se toman en el Consejo, sino las que yo explico al Consejo de Gobierno, que luego van al Comité de Expertos, que previamente tengo reuniones con los comités de epidemiología y salud pública y que luego van a los comités de expertos, no vienen tamizadas por el Gobierno, vienen habladas dentro de los comités de expertos. A mí me han dado una libertad absoluta a la hora de tomar las medidas más oportunas para salvar vidas.            

¿Les ha sobrado mano dura con el sector hostelero?

 No, creo que hemos sido justos. Creo que el sector de restauración no lo hemos cerrado como en otras comunidades autónomas, donde se ha cerrado durante un mes o dos meses. Aquí se ha ido modulando. Modulando el horario, a lo mejor era hasta las 16.00, hasta las 18.00. Ahora mismo, según los niveles, hasta las 21.30. Siempre hemos intentado modularlo y no es porque no se esté haciendo bien en el sector. El problema somos nosotros, no el sector. Los usuarios, que nos relajamos. Cuando vamos a un restaurante o a un bar nos quitamos las mascarillas, tendemos a juntarnos, a saludarnos, es decir, somos nosotros los que bajamos. No es que ellos lo estén haciendo mal. Al contrario, ellos chapó. Lo han hecho perfectamente, siguiendo las condiciones higiénico-sanitarias que ha marcado esta consejería. Es que es un momento en el cual nos relajamos nosotros. Cambiamos de burbuja, saludamos a uno y a otro, y es un aumento. Lo que sí tenemos claro es que el virus, mientras mayor es la movilidad y mayor es la comunicación o el contacto entre personas, mayor es la capacidad de contagio que tiene. 

¿Por qué los estadios están vacíos y los teatros medio llenos? ¿No es un contrasentido?

La normativa es normativa para uno y para otro. Eso viene todo regulado. [...] Todo viene muy regulado y, además, yo creo que hay mucha sintonía en esas regulaciones en comparativa con el resto de comunidades autónomas y con el resto de nuestro entorno, que no son medidas excepcionales de Andalucía ni mucho menos. 

Con la autorización de la vacuna de Janssen y su conservación en el frigorífico, ¿no cree que es el momento de aprovechar la capilaridad de las farmacias andaluzas para su dispensación e, incluso, vacunación si fuese necesario?

Si fuera necesario sumar recursos de todos, y desde aquí agradezco a la Unión Profesional Sanitaria Andaluza, que me mandó el otro día una carta ofertando para trabajar conjuntamente en todo lo que necesitáramos a nivel de vacunación y, en especial, se lo agradezco a médicos, enfermeros, a farmacias, a todos. Utilizar farmacias siempre está abierto en caso de que sea necesario. Ojalá no nos viéramos en esa tesitura de no ser capaces, dentro de la estructura que tenemos actualmente en el plan 500.000 de poner todas las vacunas que nos llegan. Si fuera necesario, utilizaríamos. Ahora mismo no lo vemos necesario. Hemos formado a 14.000 enfermeras en la aplicación de vacunas a través de la Escuela Andaluza de Salud Pública y, sin embargo, ahora mismo estamos empleando a 640. Tenemos un volumen muy grande de personal cualificado y preparado para poner vacunas que no estamos utilizándolo para poner vacunas, simplemente porque no tenemos vacunas. 

"Hemos formado a 14.000 enfermeras en la aplicación de vacunas a través de la Escuela Andaluza de Salud Pública"

¿Es pronto para ver la luz al final del túnel?

La vacuna nos lo dirá. [...] Tenemos las residencias vacunadas con un 95% de todos los residentes inmunizados. Ahora mismo tenemos un 99,4% de las residencias sin covid, tenemos nada más que tres residencias con un caso de covid. Los ingresos hospitalarios de residencias de mayores han bajado a cero. ¿Por qué? Por las vacunas. La vacuna funciona. Lo hemos demostrado a través de residencias. Si encima conseguimos vacunar a los de encima de 80 años, que yo calculo que para la primera quincena de abril los tendremos a todos.  Y empezamos de 70 a 80 años, una franja muy complicada, que al ritmo que me ha dicho Pfizer que me va a mandar en abril 215.000 vacunas semanales, más espero que me lleguen de Moderna y que me lleguen de Astra y que me lleguen de Janssen, puede ser que para finales de mayo tengamos una franja en labores muy débiles de la cadena epidemiológica. Si tenemos vacunados por encima de 65 años o 70, la probabilidad de mortalidad en poblaciones inferiores a 60 años baja de forma espectacular. Y por debajo de 40 baja de una forma muy rápida. Luego, olas como esta que hemos tenido, la tercera, que ha sido temible... Yo creo que vamos por buen camino. Ese es mi razonamiento que hago para intentar, posiblemente, convencerme de que puede haber algo de luz al final del túnel, que la estamos viendo ya.

¿Cree que la sociedad se ha sentido protegida por sus instituciones?

No lo sé. Hemos hecho todo lo posible, estamos haciendo todo lo que humanamente podemos, tanto los equipos técnicos de la consejería como, por supuesto, todo el Sistema Sanitario Andaluz. La Administración, y hablo en nombre del Consejo de Gobierno, las medidas que tomamos es intentando minimizar al máximo el impacto sanitario, económico y social que está teniendo la pandemia. Que lo hagamos, el tiempo nos lo dirá. Hacer más de lo que estamos haciendo es muy complicado. No hay horas, días, ni voluntad más grande que la que tenemos desarrollando para intentar, entre todos, salvar esta pandemia y, luego, la actuación de los andaluces ha sido ejemplar. Creo que hay una buena sintonía actualmente. Yo pensaba, y creo que lo pensábamos todos, que la fatiga pandémica nos iba a afectar más. Llevamos un año y yo creo que todavía la paciencia de la sociedad es grande.