El hospital Reina Sofía de Córdoba ha hecho este viernes balance de la actividad de donaciones y trasplantes registrada en el año 2020, el primero de la pandemia del covid, en "el que el compromiso y la implicación de los profesionales así como la generosidad de las familias", según ha destacado la delegada de Salud y Familias, María Jesús Botella, permitió continuar con los trasplantes pese a la dureza de la situación sanitaria. En este contexto, el número de trasplantes realizado fue de 185 lo que supone un 14% menos que el año 2019 en que se registró el récord de 217 intervenciones y un 27% del total de intervenciones llevadas a cabo en Andalucía.
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Las familias que aceptaron la donación fueron 30, lo que representa un descenso del 37% respecto al año anterior, "en la misma línea que lo ocurrido a nivel nacional y regional", destacó el coordinador de Trasplantes, el doctor José María Dueñas. El 86% de los que se encuentran en la tesitura siguen diciendo sí en Córdoba cuando se les plantea la posibilidad de donar los órganos de familiar. Al respecto, Dueñas explicó que la seguridad de los pacientes ha sido la máxima prioridad en este momento, lo que ha llevado a rechazar algunas donaciones. La tasa de donación se sitúa en Córdoba en 38,46 por millón de habitantes, lo que supone un retroceso a cifras de hace una década, aunque se sitúa por encima de la media andaluza en 2020 que se encuentra actualmente en 37,94 donantes por millón, y de tasas prepandemias de otros países como Estados Unidos (36 por millón) o Alemania (11,3 donantes por millón)
En cuanto a las interferencias causadas por el covid en el transcurso de la actividad de trasplante, Dueñas ha informado de que todos los protocolos elaborados y revisados con motivo de la pandemia contemplaban la posibilidad de que alguna intervención tuviera que suspenderse por este motivo. "Lo primero que se ha hecho en cada caso ha sido entrevistar y preparar a los receptores potenciales para el trasplante, descartando sintomatología compatible con el covid", ha comentado y aunque "hemos trabajado para garantizar la máxima seguridad no se ha producido ningún caso de transmisión directa, sí que se ha tenido que descartar alguna donación", ha explicado el coordinador, que ha insistido en que "no se trata de trasplantar más sino de hacerlo con las mayores garantías para el paciente".
La directora gerente del hospital, Valle García, ha destacado que el 2020 ha sido un año complicado en el hospital Reina Sofía "que ha tenido que reinventarse organizativa y funcionalmente". En cuanto a las cifras de trasplantes, ha detallado que pese al descenso en el cómputo global, ha sido posible mantener e incluso aumentar el número de injertos de pulmón y corazón respecto al 2019.
En concreto, en el 2020 se realizaron en Córdoba 49 trasplantes de pulmón, uno más que el año pasado cuando se alcanzó un récord en la historia del hospital, 14 de corazón, una intervención más que en el 2019, 46 trasplantes hepáticos, 7 de páncreas, 131 de tejidos (69 de córnea y 62 de médula ósea). Dueñas insistió en que "los pacientes cuya vida corre peligro se han trasplantado, lo que supone un mensaje de tranquilidad para las familias que estén en este trance".
En la presentación, el oftalmólogo Javier Giménez Almenara, ha destacado el desarrollo de nuevas técnicas para el trasplante de córnea que se han podido aplicar en el 2020 permitiendo resultados muy esperanzadores para pacientes con graves problemas de visión como Juan Francisco, que también ha participado en la rueda de prensa. El hospital ha logrado el trasplante de las dos córneas afectadas y recuperar su vida.
Juan Francisco Cobo recibía en agosto del 2020 un trasplante de córnea. Era el segundo trasplante de córnea de su ojo derecho, ya que en 2017 tuvo que ser trasplantado de ambos ojos. A sus 49 años, este jienense ha visto cómo una enfermedad degenerativa iba poco a poco restándole visión hasta que en 2017 “llegó un doble milagro: el nacimiento de mi hijo y la recuperación de la vista”. Gracias a la pericia de los profesionales de Oftalmología, este paciente ha podido recuperar su vida y agradece que “tras más de cinco años de pérdida de visión, no sólo hayan podido devolverme mi calidad de vida, sino que además, lo hayan hecho con un trato excelente”.
Según señala el oftalmólogo, en el programa del trasplante de córnea “hemos mantenido el ritmo habitual de actividad todo el año a excepción de los meses de abril y mayo, donde nos vimos obligados a reducir por la pandemia”, a lo que añade que “el año pasado pusimos en marcha la técnica DMEC que nos permite mejoras en los resultados y en la recuperación del paciente”.
