La avenida Santa Bárbara, en Cerro Muriano, es más que una avenida. En su asfalto se alza una frontera invisible que divide a Córdoba capital de Obejo; una frontera que el covid-19covid-19 está remarcando. “Que sepas que ya estoy incumpliendo el cierre perimetral, soy vecina de Obejo y estoy en Córdoba”, decía este miércoles por la mañana Mari Carmen Ponzón, la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Obejo a las puertas del colegio CEIP Santa Bárbara.

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El pasado lunes, el grupo socialista del Ayuntamiento de Obejo difundió un comunicado exigiendo aclaraciones respecto a la situación que vive una parte de su población, la que reside en Cerro Muriano. Actualmente, la zona se rige por dos criterios, aunque, al encontrarse en el mismo nivel de alerta, las restricciones son iguales para todos. Eso sí, el cierre perimetral ha dibujado un mapa de incertidumbres entre los vecinos del Muriano.

“De aquí para allá es… y de allá para acá”, balbuceaban dos vecinas de la parte de Obejo, mientras intentaban adivinar dónde se encontraban las calles en las que viven. “No lo vas a saber nunca”, aseguraba una de ellas. “Y la Ana Mari…”. En Cerro Muriano residen unas 2.500 personas, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Todos se conocen prácticamente, pero los separa una organización territorial que no comprenden.

Al ascender por la avenida compartida, uno parece estar caminando por un barrio de la ciudad -en plena sierra-. El logo del Ayuntamiento de Córdoba patrocina el letrero de la calle, aunque uno lo mire desde Obejo, dos pasos más allá. Porque un corte perpendicular intuitivo marca la separación. La pared del campo de fútbol es la capital, explicaba Mari Carmen Ponzón, y el Hogar del Pensionista de enfrente, el pueblo.

Los vecinos del Cerro Muriano comparten servicios públicos como atención médica, educación o correos, pero no medidas contra la pandemia. “No tiene ningún sentido. Y ahora mismo tenemos la suerte de que los dos municipios están igual”, señala la portavoz socialista. Ante esta idiosincrasia, el alcalde de Obejo, Pedro López, se comunicó con la delegación de Sanidad para abordar la problemática que pudiera surgir. "Nosotros le remitimos un escrito a la delegación el lunes por la mañana, de que en caso de que no coincidieran las medidas, tuviera en consideración tomar unas específicas para Cerro Muriano en conjunto”. Y la respuesta, a pesar de ser positiva, prolonga la cuestión: "ahora mismo son las mismas, vamos a ver dentro de 14 días". "Porque abriríamos un melón a nivel andaluz", advierte Pedro López.

Hasta que se cumplan esas dos semanas, el melón queda en una especie de sala de espera burocrática, tan alejado de los vecinos como Córdoba y Obejo. Para los habitantes de la zona, esta situación les obliga a moverse con la confusión de no saber hasta dónde llegar. "Es de risa porque la mitad del pueblo puede bajar a Córdoba y la otra mitad, no. Pero luego, por ejemplo, los de Córdoba suben aquí, pasean con las bicicletas, van a cenar ahí al Bruno…", se quejaba una de las vecinas obejeñas. "Nuestra amiga íntima vive aquí -en territorio cordobés- y ella puede ir y venir en el autobús, pero no puede bajar a la casa de su madre", contaban.

Ante esta confusión, la Policía Local y la Guardia Civil, que es el cuerpo encargado de velar por la seguridad regularmente en la zona, han optado por sensibilizarse con la postura vecinal. "Ellos lo entienden por núcleos", explica el alcalde de Obejo. "Dentro del núcleo de Cerro Muriano, aunque seamos de Córdoba y Obejo, podemos trasladarnos a un lado y a otro porque tenemos los servicios básicos que están establecidos", continúa. "¿Qué es lo que pasa? Que hay vecinos que lo que quieren es bajar a Córdoba. Oye, no. A cosas precisas sí lo recogen los decretos, cosas esenciales que tu municipio no tenga”.

Desde la Junta de Andalucía, en cambio, indican que “los vecinos de Cerro Muriano que vivan en la parte de Obejo no podrán pasar al Cerro Muriano de Córdoba capital”. “Esto se nos escapa a todos porque es ordenación de territorio”. Y confirman a este periódico que no se plantea ninguna solución excepcional. Sí coinciden en que “dentro de las causas justificadas” un vecino cruce de un lado a otro, pero si un vecino quiere ir a comprar el pan a la otra parte de Cerro Muriano o a pasear, “no puede, porque lo puede hacer en su término municipal”, explican desde el organismo autonómico.

“No hemos recibido ninguna petición formal del Ayuntamiento ni de nada sobre este tema. Así que esto sigue siendo una cuestión política que ahora mismo no está en nuestra agenda, porque lo ha pedido un grupo municipal que no tiene competencia ninguna para solicitar nada”, expresan fuentes de la Junta respecto al mensaje lanzado por el grupo municipal socialista de Obejo. Sin embargo, Pedro López asegura que tomaron las acciones necesarias desde el Ayuntamiento y que, desde la delegación, “tendrían en cuenta ese factor”.

A Cerro Muriano lo atraviesa una carretera por el centro, que deja a ambos lados todo tipo de establecimientos: un gimnasio, varios bares, una farmacia… Pero en ninguno de ellos hay señal alguna que indique dónde está comprando uno. Por eso, es inevitable que un vecino salte mientras la dueña de la única farmacia de la zona cuenta que, en la práctica, no hay ningún problema para acercarse allí, pero sí que genera dudas desde marzo.

“Vamos a ver, yo me voy a meter, yo es que hoy no sé a donde tengo que ir y a donde no”, exclama un vecino mientras paga los medicamentos. Y es que entre la teoría y la práctica hay una gran diferencia, que es más cuando son dos teorías. Como la farmacéutica, el gerente del Gym Sport Vistalegre y, Trinidad Molina, de la tienda de alimentación Mis niños confirman que los clientes siguen acudiendo como antes.

La división del protocolo contra el covid-19 no solo afecta a las restricciones, sino que el recuento es otro punto clave en el que el grupo socialista hizo hincapié y por el que acusó una “falta de transparencia”. La incidencia del virus en la parte de Cerro Muriano que pertenece a Córdoba se contabiliza en la capital. Y al no contar esta con una división por barrios, los contagiados de una parte del distrito pasan desapercibidos entre los vecinos. Aunque, desde la Junta, apuntan que la Guardia Civil, bajo un documento de confidencialidad, puede acceder a ellos y hacer un seguimiento de los casos.

Al otro lado del distrito, el Ayuntamiento de Obejo lleva un recuento propio y complementario al de la Junta de Andalucía. “Somos un pueblo chico” y, como tal, “pedimos diariamente los datos al centro de salud y publicamos los casos”, cuenta el alcalde de la localidad. Entre ellos, se detallan los procedentes de Cerro Muriano. Para Ponzón “no es coherente el tratamiento de los datos con la puesta en marcha de las medidas que se adopten”.

14 días después

Lo que suceda dentro de dos semanas nadie puede saberlo, pero la portavoz socialista en Obejo imagina un complicado escenario en el que Cerro Muriano supere la tasa de 1.000 casos y esto obligue a Obejo a subir un nivel en la escala de alertas. “Los bares de aquel lado cerrarán y los de este, no. Ahí tendremos el agravio”. Desde la Junta lo tienen claro: “Tributan en Córdoba y pertenecen a Córdoba, pues es Córdoba”, afirman a este periódico.

Según Mari Carmen Ponzón, la confusión que habita en la zona solo pueden significar dos cosas: “agravio comparativo y medidas ineficaces”. “Si nosotros cerramos los negocios solo de una parte de la localidad y el resto siguen abiertos [...]. Las medidas que adoptemos no van a ser eficaces”, insistía.

“Hasta hace tres años, según donde estuviera la pelota, jugabas en un término o en otro”, relataba la portavoz señalando al campo de fútbol, en la avenida Santa Bárbara. Ahora la pelota parece encontrarse, de nuevo, entre dos términos, los de un debate que ha generado el covid-19 en la frontera Santa Bárbara.