El nuevo jefe de bomberos de Córdoba, Daniel Muñoz (Córdoba, 1981), fue arquitecto antes que fraile. A los bomberos llegó «para quitarse una espinita», después de pasar por la Facultad de Arquitectura de Sevilla y por el estudio Castelló y ver que aquello no era exactamente lo suyo. «La competencia en los bomberos complica mucho los exámenes, pero a la vez es algo bueno porque hay gente superprofesional en los servicios», admite. En Huesca, donde terminó sacándose la plaza tras aprenderse hasta el callejero oscense, ha estado cinco años.

¿Por qué, además de para volver a casa, quiso venir a Córdoba?

Desde que salió la plaza de jefe de servicio descarté cualquier opción que no fuera volver. Conozco la ciudad y el servicio es el espejo donde siempre me he mirado. Cuando pasaba por Vista Alegre decía siempre yo quiero estar ahí.

¿Qué planes tiene para el SEIS?

Este mes he establecido un orden de prioridades. Un servicio moderno tiene que tener una estructura potente, de la que ahora mismo el servicio carece. Por supuesto cuantos más bomberos, mejor, pero tiene que haber una estructura piramidal para poder organizarlos y gestionar el material y los vehículos. El servicio incluye una cantidad de trabajo interno que quizá no se conozca tanto como las intervenciones: los vehículos pasan continuas revisiones, los materiales no pueden fallar, hacemos una práctica diaria… Si se pierden eslabones, la cadena no funciona. Por eso hay que afianzar una estructura piramidal moderna, renovar la flota y el vestuario y fundamentalmente las instalaciones, muy deficitarias sobre todo en el parque central.

La plantilla del SEIS arrastra un déficit histórico de efectivos.

Los procesos selectivos deberían ser más continuos, más regulares en el tiempo, aunque fueran menos plazas las ofertadas cada año. La de Córdoba es una plantilla veterana. Para hacerse una idea, yo estoy entre los más jóvenes.

¿En qué punto están las oposiciones de 21 plazas y cuándo podrá contar con esos efectivos?

Ahora termina el plazo de alegaciones, han aprobado 19, entre ellos dos chicas. Todavía tienen que hacer un curso y pasar un tiempo de convivencia con la plantilla, entiendo que hasta finales de año o principios del otro no estarían operativos.

¿Está satisfecho con la oferta de empleo anunciada para el 2021?

Es un número importante, 27 más 11, es decir, 38 plazas. Estamos contentos, pero aun así estamos por debajo de la ratio a nivel europeo, sobre todo con las vacantes. También tenemos un problema de mandos, que están bajo mínimos. Ahora mismo no están cubiertas ni la plaza de oficial ni las de suboficiales. La promoción interna es fundamental para rellenar los huecos de la pirámide.

¿Qué plantilla tiene actualmente el SEIS y cuál debería tener?

Estamos en 130 bomberos, con las incorporaciones iremos a 150. Para un servicio moderno en una ciudad como Córdoba tendríamos que tener 200 bomberos. De esa forma tendríamos dos salidas operativas. A veces pasa que si hay demasiadas incidencias no se pueden cubrir. Son días muy concretos, de muchísimas llamadas, y hacemos un triaje para priorizar las que tengan riesgo de vida o de bienes.

¿Cree que los mínimos actuales de 5 bomberos, 2 conductores y un mando para cada parque, que no han variado desde 1991, son suficientes para Córdoba?

Son más de 20 años, la población va creciendo y la tecnología evoluciona. Ahora, en un accidente de tráfico, por ejemplo, te puedes enfrentar a un vehículo diésel, híbrido o eléctrico; los riesgos varían. Es importante que esas ratios vayan creciendo, al igual que la formación. Un bombero se tiene que estar continuamente reciclando. El progreso de una ciudad se ve en cómo se atienden las grandes emergencias. Las ciudades modernas tienen operativos potentes.

Y en función de ese parámetro, ¿cómo es Córdoba?

Somos un ejemplo, se arrima el hombro y se da esa respuesta con menos personal y material.

¿Cuáles son sus demandas a nivel técnico?

Tenemos deficiencias de vehículos de altura y para el casco, porque los que hay son antiguos. Ojo, no quiero alarmar, con los que tenemos llegamos perfectamente, pero habría que renovarlos.

Su título de arquitecto quizá le sirva para planificar ese nuevo parque de bomberos anunciado por los políticos. ¿Es prioritario?

Creo que es importante porque estas instalaciones se construyeron en unos años y ahora la necesidad del servicio se ha ampliado. Tenemos dificultades para realizar las prácticas o para la higienización de los equipos por el patio de maniobras. La ubicación del parque es muy buena y tenemos una isócronas rápidas, pero hay posibilidades de suelos municipales y eso es lo que hay que estudiar. Que nos vayamos a una instalación nueva pero que no repercuta en las isócronas de respuesta.

¿Lo veremos?

Esperemos que sí.

¿Ha pensado en un plan de formación o reciclaje ya que la plantilla lleva dos años sin prácticas?

Hay que trabajar sobre todo en la actualización de la normativa sobre riesgos laborales y edificaciones. Hay que retomar las prácticas diarias, actualizar esas fichas y por supuesto la formación. Parece que los bomberos solo nos enfrentamos a incendios, pero tenemos un derivado de asistencias técnicas, alumbrado, edificios, accidentes, rescate en altura…

¿Cree factible que se abonen las horas extras pendientes, que tienen al menos un año de retraso?

Desde que me he incorporado se han actualizado todos esos listados, hasta el mes de agosto inclusive, y se han mandado al departamento de salarios y personal. Entiendo que sí se cobrará. De hecho, me han comentado algunos compañeros que habían empezado a cobrar. Esperemos que ahora ya no haya ningún problema.

En los últimos años, la plantilla del SEIS ha manifestado públicamente su descontento por esta y otras cuestiones laborales.

Todos trabajamos por dinero y aquí hay un problema estructural del servicio, porque todos los días necesitas reforzar con personal el servicio para llegar a los mínimos, pero luego ese refuerzo no se puede pagar ni con dinero ni con horas de descanso. Es la pescadilla que se muerde la cola.

Acabar con ese problema va a ser más difícil que estudiarse el callejero de Huesca.

Sí, pero vengo motivado y con mucha ilusión de estar en Córdoba. Voy a luchar por el servicio y por que mejoremos. El SEIS es superprofesional. Lo único que hay es que engranar la plantilla y mejorar algunas cuestiones. Vengo con muchísimas ganas de relanzar y modernizar el servicio.

¿Qué palabra le da más miedo que ‘fuego’?

Los accidentes de tráfico.