Rabanales 21 ya ha formalizado la presentación del concurso de acreedores, paso que acordó en marzo, en pleno estado de alarma, su consejo de administración siguiendo el mandato previo de su junta general de accionistas. A partir de ahora se abre el proceso que derivará en la publicación en el Boletín Oficial del Estado del edicto del Juzgado de lo Mercantil y en el nombramiento de los administradores concursales.

De esta manera empieza la cuenta atrás que determinará el futuro de la sociedad, que, de momento, sigue su actividad. De hecho, y según ha podido saber este periódico, se han incorporado cuatro nuevas empresas a los espacios disponibles en alquiler dentro del parque, que, poco a poco, está teniendo más movimiento con la llegada de algunos trabajadores de las firmas instaladas. Las empresas que se han sumado al parque son Moma Energy, filial de Moma Telecomunicaciones, que ya está instalada; Limitronic; Ingenia Web; e Izarq.

Aún así, aún quedan empresas cerradas en el parque con motivo del estado de alarma y algunas han aplicado expedientes de regulación temporal de empleo. “A nivel de gestión, la actividad se mantiene”, señalan las fuentes consultadas, que, no obstante, reconocen que todo es “más complejo” y que hay “mayor incertidumbre” con motivo del concurso. En este sentido, la comercialización de parcelas para su venta sigue.

El pasado viernes hubo junta general de accionistas y consejo de administración, reuniones en las que se dio cuenta de los últimos pasos dados y se aprobaron las cuentas del 2019, año que acabó con resultados negativos. Las cuentas aún deben ser ratificadas. Precisamente la deuda que arrastra el parque tecnológico es lo que lo ha conducido al concurso. En el consejo de administración no se nombró consejero por parte de la Universidad de Córdoba (UCO) en sustitución de Manuel Pineda, que dimitió en abril. Tampoco se ha propuesto a nadie que reemplace a Pineda como presidente de Rabanales 21.