El pueblo siempre encuentra la manera de rendir homenaje a las figuras que admira, por más trabas y virus que se crucen en su camino. Esta mañana, más de un centenar de personas, quizás doscientas, se han concentrado de forma espontánea en la puerta del Ayuntamiento, donde desde ayer tiene lugar el velatorio de Julio Anguita, dentro, en el salón de plenos, cerrado al público por el estado de alerta sanitaria, para expresar sus condolencias con un largo, larguísimo aplauso. Y con un altar también improvisado, reflejo de la capilla ardiente interior, al que se han acercado los que han pasado por allí para depositar alguna flor.

En lugar de guardar un minuto de silencio, como es habitual en los actos institucionales, el pueblo de Córdoba ha realizado un velatorio en la calle que ha trascendido los muros del Consistorio a través de sus palmas, esas que durante la crisis sanitaria han servido para animar a los sanitarios y que hoy han abrazado a distancia a la familia del exalcalde. 25 minutos ha durado el emocionante y sentido aplauso de la calle, el grito de dolor de gente de Córdoba, personas de todos los barrios, militantes, amigos y admiradores de la honradez del califa rojo.

Muere Julio Anguita | Reacciones y últimas noticias

Es curioso que un virus tan monárquico como el coronavirus pretendiera robar honores a un republicano de pro como Julio Anguita, paradojas del destino, que el propio devenir de los acontecimientos ha cambiado de rumbo. Junto a la escalera de la Casa del Pueblo, inaugurada por el que hoy la ocupa, se ha visto a un discreto segundo plano Vicente Amigo, emocionado. "Solo he venido a apoyar a la familia desde la distancia, me hizo mucha ilusión que cuando actué en Nueva York el hijo de Julio viniera a verme e hiciera una reseña en el diario El Mundo", ha recordado sincero, "me he quedado con ganas de hacer amistad con Julio Anguita, siempre ha sido un referente para mí, he coincidido con él alguna vez en La Corredera y lo he respetado y admirado mucho siempre".

Marcelino Ferrero y su esposa, este domingo a las puertas del Ayuntamiento. Foto: SÁNCHEZ MORENO

Entre la pequeña multitud, se ha visto también a Marcelino Ferrero y a su mujer, camaradas y amigos eternos, roto por la emoción del aplauso unánime, más allá de colores. "No puedo hablar", dijo al primer envite de este diario, tras lo cual se acercó para recordar al amigo. "Esto es ley de vida, pero es que Julio era una de esas personas inteligentes, transparentes como el agua que ha demostrado su honradez y su integridad toda la vida y que para mí será como el Cid Campeador, que ganará batallas también después de muerto por el ejemplo de vida que deja", confesó más tranquilo, "los jóvenes deberían fijarse en él, en su coherencia y en esa forma de entender la política, para mí fue una satisfacción estar con él en el Gobierno municipal, eso me lo llevo". Habrá tiempo de rendirle homenajes oficiales y de situar su nombre en el callejero. "El pueblo se moverá para darle el reconocimiento que merece en cuanto pase todo esto", aseguró Marcelino.

Ciudadanos aplauden a las puertas del Ayuntamiento en recuerdo y homenaje a Julio Anguita. Foto: SÁNCHEZ MORENO

María José Moruno aplaude a las puertas del Ayuntamiento. Foto: SÁNCHEZ MORENO

María José Moruno, compañera de partido, se unió al sentido aplauso en memoria de su amigo en el improvisado velatorio callejero. "Creía que me afectaría menos, por la edad debemos estar preparados, pero hacía mucho tiempo que no sentía tanto la muerte de una persona", dijo desde detrás de la mascarilla que se impone en estos días, también en los velatorios. "No he tenido mucha relación fluida con él, siempre he sido muy independiente, pero lo cierto es que cada siglo hay tres o cuatro personas que son un ejemplo de humanidad y él es una de ellas sin duda", sentenció.

"Nos va a hacer falta, no hay muchos como él", se oyó decir al lado a Antonio, amigo anónimo del excedió, "o quizás su corazón no ha podido tirar con el dolor de lo que está pasando", apostilló Moruno, "siempre ha sido un hombre de unir, de consenso, de trabajar por los demás, de no hacer acopio para sí mismo, un jubilado de gesto aguerrido, pero muy cercano en las distancias cortas".

Acabado el larguísimo aplauso, que empezó justo al sonar las 12 horas y se prolongó hasta casi las 12.30, la concentración empezó a dispersarse, dejando el rumor de las manos batientes flotando en el aire. Y mientras los pasos se dispersaron, aún se oyeron comentarios de unos y otros. "Era una persona aparentemente fría, pero íntegro y honrado hasta la médula, no hay que olvidar que renunció a su pensión vitalicia como diputado, eso lo dice todo".

El traslado del féretro, que muchos esperaban que se produjera hoy al mediodía, tendrá lugar esta tarde a las 17 horas. Hasta ese momento, los familiares de Julio Anguita seguirán recibiendo a sus allegados en pequeños grupos en cumplimiento de las medidas de seguridad establecidas para estos casos.