Un ejemplo de la situación generada con el pago de los ERTE es el de Miguel Fabio, que tiene 58 años y lleva desde que tenía 14 trabajando en la joyería, y se queja de que por la información recibida, la empresa abona la parte correspondiente de lo trabajado, pero que lo que le corresponde abonar a la Administración del mes de marzo, «no lo cobraremos hasta el 2 o el 10 de mayo y lo de abril hasta junio». Miguel asegura que el sueldo que recibe le viene justo y que ahora, con esta nueva situación tendrá serias dificultades para salir adelante. «Ahora mismo estoy viviendo con mi hija y mi yerno y no hay problema, pero si esto sigue así y los pagos se retrasan tanto, tendré que comer de los 400 euros que cobra mi hija, que es limpiadora». Además, señala, «en el banco no dan facilidades, porque tengo préstamos personales a los que no le han dado la prórroga que sí le están dando a las hipotecas».