La parcelación de Cuevas de Altázar es «la primera legalizada y aún así todavía estamos esperando», lo que hace que la situación sea «desesperante». De esa manera se manifiesta Antonio Roldán, que lleva cuarenta años viviendo en la urbanización y su vivienda es de las que cuentan con luz, agua y alcantarillado.

«Cada cosa que se hace se queda parada después», lamenta. «Pasó con el proyecto de reparcelación y ahora con el de urbanización», que fueron aprobados y después «se quedaron esperando en un cajón».

Roldán recuerda que en los trámites de legalización llevan ya «unos diez o doce años y en una segunda fase, porque en los años ochenta ya empezamos con la primera, que después se dejó». A su juicio, «las condiciones que nos ponen hacen que sea imposible» abordar la regularización. «Vamos afrontando poco a poco los pagos, todo cuesta mucho dinero, pero parece que, por parte de la administración, no hay ganas». Este vecino de Cuevas de Altázar no entiende el retraso cuando la urbanización ya pagó el 10% del aprovechamiento. «Pagamos el dinero tras la reparcelación, salió en prensa, por lo que después nos quedamos sorprendidos cuando volvimos a quedarnos un montón de tiempo parados».

Este residente de Cuevas de Altázar asegura que sin la división de las obras por fases, «la entrega de los avales se hace inviable para nosotros».