El debate sobre si el Ayuntamiento de Córdoba debe gastar más o menos dinero en la iluminación navideña se ha activado este año en agosto (repelús). Cosas de la política municipal. El anuncio realizado por el alcalde, José María Bellido, de que esta Navidad la calle Cruz Conde lucirá con un espectáculo similar al de la malagueña calle Larios ha sido acogido con entusiasmo por los comerciantes --que protagonizaron múltiples protestas para exigir más iluminación de las calles del centro-- y con críticas por parte de quienes tuvieron, en el mandato anterior, la responsabilidad del alumbrado.

Manuel Blasco, presidente de Centro Córdoba, explicó ayer que la asociación ya presentó la idea en 2016, «pero entonces no cuajó». Tres años después, el PP la asumió como propia en campaña electoral y ahora «cumple su promesa con los comerciantes». Blasco felicitó por ello al gobierno local y expresó su deseo de que el montaje vea la luz pese al escaso margen de tiempo que hay. «Sé que hay dificultad porque los plazos son cortos», dijo, al tiempo que defendió la idea como «un proyecto de ciudad» y «un atractivo para los cordobeses y los turistas».

Por su parte, Amparo Pernichi, exconcejala de Infraestructuras, defendió como suficientes los 358.000 euros destinados a los gastos de iluminación solo de Navidad el pasado año. La edil de IU advierte de que con el nuevo proyecto el gasto se va a duplicar. «PP y Cs sabrán qué políticas quieren hacer y dónde quieren poner el acento con las necesidades que tiene esta ciudad», comentó ayer. «Nosotros preferimos apostar por la gente los 365 días al año», añadió. Además, según Pernichi, esa iluminación beneficiará solo al centro comercial del Centro, y cuestionó de dónde va a salir esa partida presupuestaria, que no estaba consignada en los presupuestos del 2019. «Si lo han sacado del capítulo 2, es decir, del de funcionamiento, espero que luego tengan dinero para cambiar una bombilla cuando se les funda o un centro de mando si se rompe. Eso es algo peligrosísimo», advirtió Pernichi, que cree que la partida para gastos de funcionamiento corriente habrá quedado mermada a 50.000 euros.