El tabaco de contrabando intervenido en la operación Rama habría alcanzado en el mercado un valor de 4,8 millones de euros, mientras que la defraudación tributaria sería de cerca de 2,5 millones, entre impuestos especiales e IVA, según la valoración efectuada por la Agencia Tributaria.

El proceso de manipulado y envasado se realizaba incumpliendo los requisitos legales y sanitarios establecidos por la ley, incurriendo con ello en delitos de contrabando, contra la salud pública y contra la Hacienda Pública, informó tras cerrarse la primera fase el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz. En este sentido, cuando se dio a conocer la segunda fase de la operación, el propio Sanz destacó no solo «la gran magnitud» de la intervención, sino también el hecho de haber retirado del mercado tabaco que «llega al consumidor sin control sanitario» y que se vendía, fundamentalmente por internet, bajo el falso reclamo de que era más natural y ecológico.

A diferencia del tabaco intervenido en un primer momento, que procedía de Polonia, Bangladesh o India, cuando la banda se reorganizó el producto lo traía, principalmente, de Estonia, aunque el fraude volvió a ser detectado a pesar de que reforzaron las medidas para pasar desapercibidos.

El delegado especial de la Agencia Tributaria en Andalucía, Alberto García, explicó tras la primera fase que en los últimos años ha aumentado el consumo de picadura de tabaco entre los jóvenes, motivo por el que al haber mayor demanda se podría estar disparando este tipo de contrabando. En cualquier caso, García animó a los consumidores a no acudir al mercado ilegal por los riesgos para la salud que pueden existir y a huir de los falsos reclamos que se utilizan en internet.