La aprobación definitiva de la modificación del PGOU que permitirá construir un centro comercial en el parque tecnológico de Rabanales 21 se aleja. El proyecto comercial necesita nuevos trámites que retrasarán su ejecución unos meses, que derivan del informe elaborado por la Delegación de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, al que el Ayuntamiento va a hacer caso, a pesar de ser preceptivo pero no vinculante. Por lo pronto, el Ayuntamiento ha decidido aparcar la modificación del PGOU iniciada a finales del 2014, y aprobada ya de forma provisional, y tomar otras medidas que está estudiando y que, en función de los pasos que se den, necesitarán más o menos tiempo. Como adelantó este periódico, el informe advierte de que los usos comerciales de gran superficie minorista están prohibidos en la zona debido a una modificación de PGOU aprobada en el 2005 no tenida en cuenta, y señala que hace falta evaluación de impacto ambiental, que no se consideró necesaria. Además, avisa de que más que innovar el PGOU, haría falta un modificación del plan parcial.

Casi a la misma hora, la alcaldesa, Isabel Ambrosio, y el teniente de alcalde de Presidencia, Emilio Aumente, aludían a este informe, que un día antes había calificado el presidente de Urbanismo, Pedro García, como «demoledor». La alcaldesa asegura que «el informe no bloquea ni imposibilita ninguna solución pero nos retrotrae a un procedimiento que no estaba bien realizado desde el inicio y nos obliga a dedicar un poco más de tiempo» para que el proyecto «sea posible». En este sentido, explica que el informe «te dice cómo hay que hacerlo y te dirige a las modificaciones que garantizan que la toma de decisiones se haga conforme a la legalidad». En cualquier caso, deja claro que «hasta el último minuto vamos a estar buscando soluciones para que Rabanales 21 deje de tener la amenaza encima y pueda prestar servicios con garantía y tranquilidad».

Emilio Aumente fue más tajante e incluso habló de «volver al inicio». El concejal considera que la Junta avisa de «dos cuestiones sensatas y lógicas». Por un lado, afirma que cuando la modificación de PGOU fue aprobada por el Pleno de forma inicial, en enero del 2015, durante el mandato del PP, «estaba en vigor la ley de evaluación medioambiental», por lo que «Urbanismo tenía que haber exigido a Rabanales 21 un estudio de evaluación ambiental que no se produce». Por otro, asevera que Urbanismo inició una innovación en el 2004 sobre un artículo que impide espacios comerciales como el que se pretende hacer en el parque y «por error no se da cuenta» de ello. Por ello, asegura que «no podemos continuar» tramitando la modificación tal y como está, ya que «si vamos a la aprobación definitiva obviando estas dos cuestiones el acuerdo sería nulo de pleno derecho y cualquiera podría impugnarlo». Por lo tanto, además del estudio, que puede tardar «de dos a tres meses», asegura que hay que iniciar otra modificación paralela centrada en el artículo que no permite el uso comercial por la innovación del 2005, que puede llevar «7 u 8 meses».

Otras fuentes municipales consultadas indican que se va a cambiar el artículo del uso comercial del 2005 y que se negocia con la Junta el informe ambiental, ya que hay disparidad de criterios entre los técnicos de una administración y otra. En función de lo que se decida, se tardará más o menos en retomar la modificación de PGOU para su aprobación definitiva. Por otro lado, fuentes de Urbanismo aseguran que puede haber distintas interpretaciones y propuestas y que el organismo municipal está definiendo la que considera más ágil y viable dentro del marco normativo.