Las licencias provisionales no solo beneficiarán a las más de cuarenta parcelaciones de suelo urbano y urbanizable si algún día llegan al proyecto de urbanización. También podrán pedirlas las casas que cumplan los requisitos, pero en suelo no urbanizable, cuando alcancen ese punto. Ahí entran las 16 urbanizaciones recogidas en el PGOU, que necesitan planes de mejora de medio rural para regularizarse, y entre las que están las del entorno protegido de Medina Azahara, por lo que alcanzar esa meta no será tan fácil para este grupo.

La reforma de la LOUA prevé extender las licencias provisionales a asentamientos de suelo no urbanizable que en un futuro se integren en el PGOU. En Córdoba, hay 47 asentamientos de un total de 87 núcleos, con 2.783 viviendas, de las 4.419 totales de suelo no urbanizable. Aunque esta nueva vía está abierta para los 47, hay que tener en cuenta los condicionantes de inundabilidad y protección, por lo que se quedarían sin esa posibilidad la mayoría. En una futura revisión del PGOU, los terrenos de la Vega entre la A-431 y el río, son los que tienen más posibilidades.

Otra de las novedades es que las obras de urbanización podrán fasearse por zonas o infraestructuras. Según las fuentes consultadas, aunque la reforma no tendrá aplicación inmediata en Córdoba, puede ayudar a impulsar la fase de los proyectos de urbanización, etapa a la que no ha llegado casi nadie aún.

La reforma incluye, a través de una enmienda de C’s, la posibilidad de adelantar servicios a casas que estén tramitando el Asimilado al Fuera de Ordenación, que no legaliza pero reconoce. En este caso también hay que tener en cuenta la poca aplicación del AFO en Córdoba, donde el 79% de las casas de suelo no urbanizable están en zona protegida.