Las más de 200 personas que se reunieron ayer en el salón de actos de la Fundación Miguel Castillejo se fundieron en un caluroso aplauso a Fernando Grande González de Canales en el momento en que el presidente del Consejo Andaluz de Colegios de Farmacéuticos, Antonio Mingorance, le hizo entrega de la Medalla de Honor de esta institución, la máxima distinción para un profesional del sector. Muchos de ellos, la mayoría, representaban a un ámbito en el que Grande ha sido "un modelo ejemplar para todos nosotros", indicó Mingorance.

Hombre polémico, controvertido, directo, cabal, culto y con principios fueron algunas de las definiciones que se hicieron de Grande, de quien la delegada de Salud, María Isabel Baena --amiga y compañera de profesión-- dijo que "ha contribuido al importante salto cualitativo que ha dado la Farmacia en Córdoba" en sus 23 años al frente del colegio profesional en la provincia de Córdoba. Durante su etapa, destacó la delegada, "las farmacias empezaron a trabajar en educación en salud" y anotó que su labor "ha permitido que Córdoba esté en puestos de salida para conseguir los próximos retos". Entre ellos, Baena resaltó el uso responsable y eficiente de los medicamentos.

Fernando Grande agradeció la Medalla de Honor, otorgada por su esfuerzo, mérito, dedicación y defensa de la profesión farmacéutica.