Encontrar largas colas de solicitantes de plaza en la Escuela Oficial de Idiomas de Córdoba el último día lectivo antes de que se cierre el plazo de admisión no es una novedad. La demanda de este tipo de estudios no ha dejado de crecer en los últimos años, sobre todo, a raíz de la crisis. Sin embargo, a la creciente avalancha de peticiones, se ha sumado este año el retraso por parte de la Consejería de Educación en la activación de la aplicación informática necesaria para baremar las solicitudes. Un aviso colgado en la página web de la escuela pedía disculpas a los usuarios y explicaba que, aunque el plazo de inscripción se abrió el día 5 de mayo, la aplicación empezó a funcionar el día 16, "por lo que, con anterioridad a esta fecha, no se pudo informatizar ninguna solicitud". La directora del centro, Teresa Liñán, explicó que hasta esa fecha no fue posible cruzar los datos acreditativos que exige el nuevo baremo, lo que ha ralentizado el proceso y obligado a la escuela a enviar requerimientos a los demandantes para pedirles más documentación. A última hora de la mañana de ayer, aún esperaban en la puerta de la escuela decenas de personas. "Todo el personal del centro está ayudando para que se agilice el proceso, pero sería necesario contar con más personal ya que en Secretaría solo trabajan dos personas", explicó Liñán, al tiempo que informaba a los demandantes de plaza de la posibilidad de presentar su solicitud en otras delegaciones provinciales o hacerlo también hoy sábado en las oficinas de correos.

Por su parte, fuentes de la Delegación de Educación aseguraron que el proceso "transcurre con normalidad" y que "todas las solicitudes se tramitarán sin problemas", descartando que el plazo de solicitud se amplíe. Aunque el año pasado más de 1.500 personas se quedaron fuera, Educación tampoco prevé ampliar la oferta de plazas (1.800 para el próximo curso), ya que "a medida que avanza el curso, se registran muchas bajas".