El secretario general de CCOO en Andalucía, Francisco Carbonero, demandó ayer en Córdoba que el Gobierno emprenda una reforma empresarial y que incremente el personal de la inspección de trabajo. En una asamblea con representantes sindicales de CCOO para preparar la manifestación del 29 de febrero, Carbonero indicó que "faltan empresarios que estén dispuestos a invertir, no a especular, que respeten la legislación laboral y no compitan con salarios bajos". El dirigente sindical calificó de "rémora histórica" la radiografía del empresariado: "Han pasado de ser propietarios de la tierra a inversores en el ladrillo". Por eso, requirió una reestructuración del tejido empresarial, "que solo pide que se regule la ley de huelga o que los parados tengan que aceptar cualquier tipo de empleo, buscando el beneficio con poca responsabilidad social".

Carbonero rechazó la reforma laboral aprobada por el Gobierno y anunció nuevas movilizaciones al considerar que se producirá un "retroceso" laboral. Por eso no escatimó calificativos para desvirtuarla: "Nos encontramos con una reforma injusta, innecesaria, que no generará empleo y que supondrá un gran retroceso para las conquistas laborales al favorecer el despido, la movilidad funcional en la empresa o facilita los mecanismos para adoptar un expediente de regulación de empleo".

Por ello, advirtió de que se producirá una "desregulación absoluta del mercado de trabajo" que favorecerá la precariedad en la contratación. Además, señaló que se producirá un incremento de la economía sumergida al no aumentar los mecanismos de inspección. "Si antes eran insuficientes, ahora serán ineficaces", añadió. El secretario regional de CCOO afirmó que la reforma laboral tendrá "un efecto tremendo" en la provincia de Córdoba ante la "gran precariedad" del mercado de trabajo, el reducido peso de la industria y la gran temporalidad.