El Sindicato Independiente de Policía Local y Bomberos de Córdoba (Siplb) ha registrado sendas solicitudes para el cese en las plazas de intendentes y de los puestos de jefe de intendencia de dos responsables que fueron ascendidos provisionalmente a estos empleos.

Los dos jefes de intendencia interinos (que no se quedarían sin empleo, sino que ocuparían su anterior puesto) fueron nombrados mediante un decreto del entonces alcalde, Andrés Ocaña, el 20 de febrero del 2009. En el texto del nombramiento figuraba expresamente que esta situación solo duraría mientras que los titulares estuvieran en otro destino. Sin embargo, los titulares ya han vuelto "y se mantienen dos puestos de intendente", con los correspondientes pluses, en contra de lo que especifica el decreto, explica Emiliano Martos, secretario general de Siplb.

Martos afirma que el sindicato ha tomado esta decisión después de hacer llegar su queja en numerosas ocasiones a los nuevos responsables municipales, comenzando por la concejala de Seguridad, Ana Tamayo.

El sindicato, incluso, no descarta llegar a la vía judicial "al poder tratarse de un caso de prevaricación", es decir, por tomarse una decisión en la función pública a sabiendas de que es injusta.

El sindicato, además, se queja de que el organigrama de la Policía Local tiene una cúpula "sobredimensionada" y con situaciones tan extrañas como el que haya más intendentes que inspectores. De hecho, en la Policía Local hay un intendente mayor, uno más con otro destino, cuatro intendentes (un quinto con otro destino), 4 inspectores (2 como intendentes), 14 subinspectores, 28 oficiales y 359 agentes. Sin embargo, explica Martos, la Ley de Coordinación de las Policías Locales de Andalucía fija como criterio que haya al menos un oficial por cada 10 policías, un subinspector por cada 4 oficiales, un inspector por cada 3 subinspectores y un intendente por cada 2 inspectores.