El próximo 30 de enero, los arquitectos de Córdoba están llamados a votar para elegir al que será el equipo decanal encargado de liderar el futuro de esta entidad, que desde que empezó la crisis y explotó la burbuja inmobiliaria atraviesa momentos muy difíciles. El pasado mes de diciembre, un grupo de arquitectos encabezados por el holandés afincado en Córdoba Marco Alexander Peel presentó una enmienda a la totalidad del presupuesto del 2012, que consideraban insostenible en las actuales circunstancias, y que motivó la dimisión en bloque de la anterior junta directiva y propició la inminente convocatoria de elecciones. Contra todo pronóstico, cinco candidaturas, algo insólito en unas elecciones de estas características, han presentado sus respectivos programas y competirán por liderar el futuro de la institución.

Aunque el perfil de los cinco equipos es diferente, todos los programas coinciden en la necesidad de dar viabilidad económica al colegio, así como en buscar nuevos horizontes para una profesión que está viviendo un momento dramático, con una caída de la contratación cercana al 90% y que según todos los candidatos requiere un cambio drástico en su manera de definirse y de afrontar el futuro.

Con estos mimbres, cada candidatura pone el acento en puntos diferentes. Mientras Marco Peel defiende que "la clave del éxito es la flexibilidad" o que el colegio debe desburocratizarse para estar más cercano a sus asociados y fomentar la participación, Emilio Abadía apuesta por la proyección del arquitecto a nivel colectivo, "reorientándolo hacia un perfil más de plataforma de negocios, con la suficiente musculatura, para buscar nuevos nichos de mercado y horizontes, tanto en el ámbito nacional como en terceros países.

Por su parte, José Carlos Rico, que defiende la conveniencia de que se produzca un cambio en el perfil del arquitecto, destaca las posibilidades que ofrece la especialización y la búsqueda de sinergias con sectores afines y la internacionalización. En esta misma línea, Felipe Segundo y su equipo busca "abrir nuevas líneas de actuación de cara a los organismos oficiales y reducir el trámite del visado", volviendo a convertir el colegio "en algo útil, económico y atractivo", al tiempo que Rafael León considera que "el colegio sólo tiene sentido si se configura como la herramienta para resolver los problemas del colectivo". En ese sentido, su objetivo es configurar el colegio "como un referente de calidad, abierto y participativo con la sociedad".

Los candidatos, que consideran positivo el hecho de que existan varias candidaturas, animaron a los arquitectos a participar en las elecciones y elegir a su nueva junta directiva.