El aparcamiento de la calle Sevilla abrió ayer sus puertas generando muy poco tráfico en su entorno, una zona catalogada como de circulación restringida (acire). Como no hubo demasiada afluencia de vehículos al estacionamiento de cuatro plantas y 190 plazas, la circulación fue fluida en las calles aledañas, tanto en las de entrada como en las de salida, favorecida por la desactivación de la pilona de Valladares, que será sustituida por cámaras lectoras de matrículas que aún no han empezado a funcionar. La preinstalación está pero aún faltan las cámaras, así como las señales luminosas que informarán de si hay plazas libres. Cuatro cámaras controlarán el acceso y sancionarán a los conductores que no estén autorizados a circular por esta zona acire y no vayan al párking. Hasta que el sistema esté operativo, agentes de la Policía Local vigilarán la zona e informarán a los conductores. La delegada de Seguridad, Movilidad y Transporte, Ana Tamayo, aseguró ayer que el estreno del plan de tráfico, el primero del PP en el centro, fue "bien, con presencia física de la Policía para cuidar la fluidez del tráfico, no permitir doble fila ni estacionamientos en las aceras". A su juicio, "no ha habido tanta diferencia de tráfico" respecto a jornadas anteriores e, incluso, reconoció que "ha ido mucho mejor al no haber pilona".

A este aparcamiento se accede por La Victoria, Concepción, Duque de Fernán Núñez, Pérez de Castro, Ramón y Cajal, Valladares, Leopoldo de Austria y plaza de San Juan, mientras que se sale por la calle Málaga, un lateral de las Tendillas, Diego León y Alfonso XIII. Aunque debería haber sido solo para residentes, el TSJA dio luz verde a la empresa Luyfe para dedicarlo a rotación, chocando con los planes de restricción del tráfico en su entorno.

Por otro lado, la segunda medida que aplicará el PP en el centro empezará hoy, día para el que el Ayuntamiento ha anunciado la entrada en funcionamiento del carril de doble sentido del bulevar del Gran Capitán. Esto significa que dejarán de atravesar la parte central del paseo peatonal los usuarios de los aparcamientos de Edaco y Hacienda, poniéndose así fin a una medida provisional adoptada por el anterior equipo de gobierno de IU y PSOE que se ha prolongado durante diez meses.

Los vehículos que se dirijan a los aparcamientos de Hacienda y Edaco entrarán por el bulevar, recorrerán Conde de Robledo, Eduardo Lucena y Góngora, calle a través de la que desembocarán de nuevo en el mismo carril del bulevar. Allí encontrarán un tramo entre Góngora y Conde de Robledo con sentido único hacia Ronda de los Tejares que, un poco más adelante, se convertirá en un carril de 120 metros con doble sentido. Para ensancharlo, se han trasladado los monolitos de piedra. Los resultados son un pasillo peatonal junto a las fachadas de las viviendas de 1,65 metros y protegido por hitos, y una calzada de dos carriles de 2,50 metros de ancho cada uno para los vehículos.