Espejo, presidente de la AV Amanecer de Fátima, en cuyo barrio se organiza una verbena con tres década de tradición. "Este año, como mínimo, habremos perdido 3.000 euros", afirma.

La situación es algo más liviana (tampoco mucho) para las verbenas en recintos cerrados, cuyas licencias las otorga Urbanismo y no tienen tantos costes. "Nosotros tenemos unas instalaciones muy bien acondicionadas y muchísima experiencia. Todo eso ayuda, pero es dificilísimo para los que montan las verbenas en una plaza", reconoce Manuel Fernández, presidente del Club de Matrimonios la Unión.

BUROCRACIA Fernández, sin embargo, apunta un problema añadido: las complejísimas normas burocráticas para justificar los gastos. "Antiguamente no se nos mareaba tanto", apunta el presidente del Club de Matrimonios. Más crítico aún se muestra desde Fátima Jesús Espejo. En la pasada verbena, de hecho, se colgó una pancarta donde podía leerse "Menos burocracia y más ayuda a las verbenas populares". Espejo afirma haber recibido la ayuda del 2007 en el 2009 y sufrir todo un calvario burocrático.

POSTURA MUNICIPAL Por su parte, el concejal delegado de Feria y Festejos, Marcelino Ferrero, recordaba ayer el apoyo del Ayuntamiento al programa de verbenas populares, eventos que, cada uno de ellos, recibe una subvención de 1.500 euros, además del trabajo de los empleados municipales para el montaje y desmontaje de módulos e instalaciones y el pago del informe técnico. "Pues entonces, nos deben los 400 euros que pusimos para el perito en la verbena", ironizaba al respecto el presidente de la AV de Fátima. "El año que viene, ya será tarde para las verbenas", sentenciaba ayer Jesús Espejo a modo de conclusión.

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