Funcionarios del centro penitenciario de Alcolea incautaron en febrero del 2008 a Insausti y a Francisco Javier Gallaga, también preso de la banda terrorista ETA y sentenciado a 343 años de cárcel, sendos manuales con información sobre la fabricación de explosivos, con esquemas detallados y anotaciones técnicas. El hallazgo se produjo en un cacheo rutinario a Tomás Insausti Etxarri en su propia celda.

El delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, confirmó días después que la documentación encontrada en la celda consiste en unas cuartillas manuscritas que se le intervinieron al recluso durante una inspección.

Comenzó entonces una investigación para determinar la naturaleza del documento y, sobre todo, cómo llegó a manos de Insausti Etxarri, si se valió de otros presos para introducirlo en la cárcel o lo hizo aprovechando alguna visita que recibiera.

La Dirección General de Instituciones Penitenciarias subrayó la "nula operatividad del recluso", ingresado en un módulo de aislamiento del centro penitenciario de Córdoba. Los presos de ETA son considerados peligrosos y están sometidos a unas reglas especiales que incluyen vigilancia y cacheos diarios, añadía esta fuente.

La información sobre explosivos incautada pertenece solo a un preso --que facilitó al otro una copia-- y las fuentes penitenciarias desmintieron que el hallazgo estuviera relacionado con la detención de Nuria Alzugaray, dirigente abertzale, unos días antes en un hostal de Pedro Abad.

Gallaga fue uno de los autores del atentado de la avenida de Carlos III que le costó la vida al sargento del Ejército Miguel Angel Ayllón el 20 de mayo del año 1996.