Los rótulos, simulación perfecta de azulejos realizada en papel, están por todas partes. Desde el Portillo a la Calleja de la Luna, el Realejo, la Cruz del Rastro o la calle Cardenal González. Dicen cosas, en principio, absurdas como "Yo paso", "Topalante", "Sigue buscándome", "Por aquí podemos atrochar", "En tu casa", "O en la mía", "El quinto pino", "Dónde vas"... Pero ya hay gente en internet buscando un significado global a una iniciativa cuyo artífice o artífices permanecen en el anonimato.

Entre los vecinos de las zonas rotuladas, la teoría mayoritaria (aunque errónea) es que se trata de una instalación nacida de Cosmopoética, algo que ha sido desmentido por la organización de dicho evento, al igual que la Oficina de la Capitalidad Cultural, que niega haber participado en esta actuación. Urbanismo, Ayuntamiento y Junta de Andalucía tampoco tienen nada que ver, han confirmado.

Descartada la opción oficial, solo queda la posibilidad de que se trate de un nuevo provocador urbano, un artista empeñado en dejar su huella en las calles o interesado en causar alguna reacción entre los viandantes, en este caso, a través de la palabra.

De momento, nadie parece haber sido testigo de la colocación de los letreros que, supuestamente, se pegarían de noche. Y no es de extrañar, quienquiera que lo haga debe andarse con cuidado. Pintar en zona pública está penalizado con multas que pueden superar los 2.000 euros.

No se trata del primer provocador urbano que surge en Córdoba. De todos es conocido aquel graffitero que durante años se encargó de sellar todos los monumentos y esculturas emblemáticas que encontró a su paso con la firma de Cane. Nunca se supo su identidad. Del mismo modo que nadie identificó al creador del perolsideral , blog especialista en la provocación que tuvo su momento álgido hace unos años.

También fueron artistas de la provocación Francisco Javier Marcos y Rafael Cornejo, autores de la escultura flotante bautizada como Hombre Río , una obra de corcho blanco que, de la noche a la mañana, apareció flotando en las aguas del Guadalquivir. "Esta vez no hemos sido nosotros", confirmó ayer Marcos, que confesó ser uno de los sorprendidos por los rótulos de las calles.

Descartados los autores del Hombre Río , el siguiente nombre sugerido entre los consultados fue el de Gobal, un enamorado de las actuaciones urbanas además de autor de las instalaciones que cada año adornan la calle Imágenes. El mismo desmintió estar detrás de la iniciativa. "Yo mismo he preguntado entre mis amistades y nadie sabe de dónde han salido los letreros", comentó, tras afirmar que "tiene toda la pinta de ser obra de un francotirador". Y tratándose de francotiradores del arte, qué mejor que sospechar de la asociación cultural de la plaza de Abades, organizadores de varias actuaciones artísticas con la calle como protagonista. Ellos tampoco son los autores, aseguran. En fin, que la duda persiste. Toca seguir buscando.