Las denuncias por malos tratos en la provincia de Córdoba han descendido en el último año, aunque se ha incrementado el número de casos entre las mujeres más jóvenes. Según los datos ofrecidos ayer por el subdelegado del Gobierno en Córdoba, Jesús María Ruiz, durante el 2008 se registraron un total de 1.254 denuncias --un 2,26% menos que en el 2007--, concentrándose el mayor porcentaje de víctimas --un 37,2%--, entre el sector de mujeres menores de 30 años. En este tramo de edad se produjo un incremento de casos del 4,2% respecto al 2007, mientras que las denuncias correspondientes a mujeres mayores de 50 años disminuyeron un 24%.

A la vista de estos datos, el subdelegado dijo que se está "produciendo un efecto de rejuvenecimiento de la violencia de género", algo que valoró como positivo porque disminuyen los casos entre las mujeres mayores educadas con otro patrón cultural y, al tiempo, como "claramente negativo" porque hay una mayor incidencia entre jóvenes que han crecido en medio de valores democráticos y de tolerancia. Por tanto, apuntó que "debe preocupar" esta proliferación de casos entre parejas jóvenes, "en relaciones inmaduras e inestables" y en los grandes núcleos de población.

DOS AGRESIONES EN UNA A ese patrón cada vez más dominante en la violencia de género viene a sumarse otro perfil que se está imponiendo, y es que las víctimas refieren cada vez más que sufren simultáneamente agresiones psíquicas y físicas. Jesús María Ruiz dijo en este sentido que hay "un ascenso realmente espectacular" en los casos que se denominan de violencia físico-psíquica, con un incremento cercano al 40%. "El patrón está cambiando y ahora se produce violencia de género de dos formas en un mismo acto", explicó el subdelegado del Gobierno.

Frente al descenso de denuncias, hubo un incremento del número de detenciones. En el 2008 hubo 996 detenidos por casos de violencia de género, 157 más que en el 2007. Este "importante" incremento de detenciones del 18,7% significa, según Ruiz, "mayor efectividad policial".

Otros datos destacados por el subdelegado del Gobierno son que el 13,66% de las denuncias registradas correspondieron a mujeres extranjeras; que se han disminuido en un 30% los casos de mujeres que han sido víctimas de violencia teniendo una orden de protección, y que el 99% de las víctimas resultaron ilesas o heridas leves. Solo se registró una muerte, en Carcabuey. El año pasado, además, se concedieron 617 nuevas órdenes de protección, estando en vigor a finales de año 1.045 órdenes.

Jesús María Ruiz señaló que los objetivos tienen que seguir siendo este año "que toda agresión se denuncie, que disminuya el número de delitos y, como prioritario, que ninguna víctima que haya denunciado, y no renuncie a la protección, vuelva a sufrir violencia de género".