La Asociación de Jóvenes Agricultores, Asaja, realizó ayer un balance del año 2008 que califica como "funesto" para la agricultura y la ganadería debido a las "agresiones normativas, tanto de las instituciones europeas como de los gobiernos de España y Andalucía, así como por la situación económica", según su presidente, Ignacio Fernández de Mesa.

Para la patronal del campo, la reforma de la PAC en el seno de la Unión Europea está basada en el "desconocimiento" del campo al haber desvinculado las ayudas, y ha calculado sus efectos en una pérdida de más de 250 millones de euros para Córdoba entre 2009 y 2013.

En cuanto a la situación económica, afirma que la renta agraria ha caído en términos constantes un 8,5 por ciento en 2008. Ha justificado esta caída en el aumento de los precios de los fertilizantes y los carburantes, la modificación del Régimen Especial Agrario de la Seguridad Social, que supondrá un incremento de los costes laborales "de entre un 4% y un 16%" y una caída de precios "en casi todos los sectores que ha llevado a niveles de mediados de los 80".

Según Fernández de Mesa, la culpa de esta mala situación no es sólo del mercado, sino también de los agricultores "porque es preciso que haya unidad en la oferta y poner fin al individualismo" para que el agricultor llegue directamente al mercado y desplace al intermediario.

Por otro lado, con respecto a la firma del convenio del campo, reiteró la postura ya anunciada por su asociación sobre la negativa a reunirse con los sindicatos mientras haya sobre la mesa una convocatoria de huelga.