Unos 196 estudiantes de Secundaria inauguraron ayer las aulas del nuevo IES zona Ciudad Jardín, popularmente conocido como el instituto del Zoco, en un día en el que todos los miembros de la comunidad educativa del centro se sentían algo exploradores. La curiosidad por conocer las modernas instalaciones marcó la jornada, que comenzó a las 8.25 horas con un acto de bienvenida en el hall del instituto. En este encuentro, la directora, Cristina Espín, recordó a los estudiantes las normas de funcionamiento, ya que el profesorado les ha insistido desde que comenzó el curso lo importante que es mantener y cuidar el instituto que ellos tienen el privilegio de estrenar durante estos días.

De hecho, según matiza el secretario del centro, Antonio Requena, "se cumplirán a rajatabla" las normas relacionadas con conductas y utilización de espacios y mobiliario. Los más de 20 profesores así lo han explicado a sus alumnos durante el mes que han tenido que compartir en el colegio Califato (del Parque Figueroa) con motivo del retraso de las obras de construcción de este instituto que en principio se iba a estrenar el 15 de septiembre.

Alhakén II, a la espera

Y tras la experiencia del incumplimiento de plazos por parte de la empresa constructora, Procondal, la delegada de Educación, Antonia Reyes, prefiere no adelantar una fecha de traslado de los alumnos de FP del Alhakén II (de Rabanales), que siguen a la espera de que finalicen los trabajos de construcción de otro módulo. Según las previsiones que se barajan, los albañiles seguirán a pie de obra hasta finales de año y los trabajos de mudanza serán mucho más complicados que en Secundaria.

Actualmente, el centro destaca por la gran variedad de alumnado procedente de distintas zonas, como Parque Azahara, Las Palmeras, Carretera del Aeropuerto, Miralbaida, Ciudad Jardín y Poniente, entre otras.

Pero, curiosamente, entre los alumnos que ya disfrutan de las nuevas instalaciones existe un gran número que ahora echa de menos el autobús que los llevaba hasta el Califato, pues en el nuevo IES solo los escolares procedentes de Las Palmeras cuentan con transporte escolar. El resto tiene que desplazarse a pie, en vehículo particular o en los autobuses urbanos.

A pesar de que en el centro todo no puede ser perfecto, los comentarios en positivo superan a los negativos, y más aún una vez que empiecen a disfrutar de todas las aulas específicas (música, informática, plástica y tecnología, entre otras). "Estamos en la gloria", subraya un grupo de alumnas de 2º y 3º de ESO mientras estrenan el patio del recreo y reconocen que "poco a poco estamos bicheando el instituto", declaran Laura Gálvez, Raquel Calderón y Rafi Gutiérrez, quienes se encuentran a la expectativa de poder inaugurar la cafetería (aún sin bocadillos ni refrescos), la biblioteca (sin libros y con las sillas para arriba) o el gimnasio (con más de un detalle por acabar). Además, alumnas como Jennifer Cruz, Jasmín García y Judit García cuentan que "en las aulas hay mucha claridad, tenemos bonitas vistas a la Sierra, todo está muy limpio y las pizarras tienen luces", subrayan. Y no faltan apreciaciones muy personales respecto al edificio que, curiosamente, se encuentra ahora rodeado de trapecistas y fieras de circo. De hecho, una alumna destacó que "al entrar al instituto me dio miedo, porque tuve la sensación de que estaba en una cárcel".

Pero, de momento, lo que más preocupa al equipo directivo, según explica Antonio Requena, son las vallas del patio, de tan solo 1,80 metros de altura aproximadamente, pues es muy fácil el acceso desde la calle. El centro ya ha solicitado que su altura se incremente, pues ayer mismo se daban los primeros saltos de los alumnos.

Asimismo, la comunidad educativa espera contar en breve con conexión telefónica, internet y fax, pues el estreno en algunos aspectos ha sido demasiado provisional. Desde mediados de agosto no ha habido tiempo de descanso para el trabajo de planificación y organización. Y los propios docentes han participado en la mudanza que empezó el miércoles pasado y seguirá desarrollándose poco a poco hasta consolidar el nuevo centro que acogerá definitivamente a unos 540 alumnos y 55 profesores.