El objetivo: no sacrificar las vacaciones. La fórmula: abaratar costes a toda costa. Por fin después de meses aciagos, el negocio de las agencias de viajes comienza a animarse. La mayoría de los cordobeses huirá unos días de los 40 grados, pero lo hará de manera más modesta que en años anteriores. Quien se fue un mes, se irá una quincena; quien se hospedó en un cuatro estrellas, ahora lo hará en un hotel de tres. En resumen, nos iremos de vacaciones con la calculadora a cuestas. Los que entienden de turismo tienen claro que esta semana es crucial: se cobra la paga extra, ya se ha pagado la Renta y, sobre todo, "nadie aguanta una semana con los niños en casa‡", ironiza José Manuel Fernández, director de zona de Viajes Marsans.

A la espera del ansiado repunte, los operadores turísticos hacen balance de la temporada. No se atreven a dar cifras, pero todos reconocen que la crisis les ha dado un toque serio. Los más pesimistas hablan de un descenso de las ventas de hasta un 50%. Francisco Rojas, vicepresidente de la Asociación de Agencias de Viajes de Córdoba, califica la temporada de "atípica‡" y opina que el consumidor está a la espera de la mejor oferta. José Manuel Fernández, de Viajes Marsans, afirma que el descenso es más acusado en destinos de corta distancia como Canarias, Baleares y la costa andaluza.

También han experimentado un caída importante los destinos más exóticos, desde América a Asia, pasando por los cruceros de lujo. Eso sí, como en toda crisis se observa una reducción de los gastos destinados a ocio por parte de la clase media y, en contraposición, un sector de la población al que parece no afectarle en nada los vaivenes económicos. Elena Fernández y Susana Arroyo, de Viajes El Corte Inglés, explican que, entre las grandes distancias, este año Estados Unidos es el destino estrella, seguido de Costa Rica, Argentina, Chile, Tailandia y Bali. "La demanda no solo se mantiene sino que se ha incrementado en este sentido", afirma Susana Arroyo.

Que los clientes lo hayan dejado todo para última hora tiene una consecuencia negativa para el sector turístico: "Se está volviendo a las ofertas de última hora, en lugar de aprovechar los descuentos de la reserva anticipada, que era un logro de los últimos años", comenta Juan Manuel Maillo, de Viajes Palmasur. Por contra, un aspecto que para el bolsillo del consumidor ha sido más positivo: las ofertas se han adelantado casi un mes.