"Llevan 30 años diciendo que el bloque se cae"

Antonio Jurado, uno de los vecinos de la calle Loja a los que la Policía Local hizo entrega el miércoles de una orden de desalojo, no quiere ni oír hablar de perder su casa. "Llevo toda la vida viviendo en el barrio de La Guita, nací aquí mismo, en el piso, en la época en la que las matronas atendían a las mujeres en casa", explica, "y estaba a punto de escriturar la vivienda para tenerla por fin en propiedad". Antonio es, como otros dos inquilinos, adjudicatario de un piso del Patronato Huertos Familiares, y tras 44 años pagando un euro de renta al mes tendrá que empezar a pagar un alquiler a Vimcorsa. "Me ha pillado en una época muy mala, estoy en paro --por cierto, que dice que sabe hacer de todo-- mi mujer no trabaja y no sé cómo vamos a pagar un alquiler". No tiene miedo a que se le caiga el piso encima encima, "llevan 30 años diciendo que el bloque se cae", y anoche consintió por primera vez dormir en el hostal Mariano "porque ya hay una orden de por medio y me pueden llamar la atención", comenta. La noche anterior, tras acompañar a su mujer en el hostal hasta las dos de la mañana se fue a su casa solo a dormir hasta el amanecer. "No puedo dejar mis cosas y mi piso así como así, no sé dónde vamos a vivir ahora". Su madre, una mujer de 84 años, es propietaria de otra vivienda del mismo bloque, "pero ya no tiene hipoteca y tampoco seguro, así que no sé lo que le ofrecerán". Al igual que el resto de vecinos, no entiende porqué el desalojo se realizó tan a la ligera. "Tantos años viendo las condiciones en las que está esto y un día te llaman a mediodía y te dicen que te vayas, un desastre". A la reunión del miércoles no fue. "Quería que se hiciera en la puerta del bloque, con las cámaras, para que no nos prometan algo y luego se olvide todo", y cuando se enteró que se celebraba en el centro cívico se quedó en casa.