--¿Los anteproyectos de las leyes de la dependencia y de igualdad son los más revolucionarios de este Gobierno?

--Son los más avanzados. Regulan dos nuevos derechos sociales, exigibles ante los tribunales. La ley de la dependencia, que afecta a personas que no pueden valerse por sí mismas, la consideramos como el cuarto pilar del Estado del bienestar, como la educación, la sanidad y las pensiones no contributivas. Claro que supone una revolución.

--Esta ley de la dependencia constata una realidad durísima que afecta a miles de familias. ¿Habrá dinero para prestar apoyo a estas personas?--Primero hay que decir que es un problema serio. Actualmente hay más de un millón de personas afectadas por dependencia severa, pero en el futuro todas las familias tendrán a alguno de sus miembros afectados, porque cada vez vivimos más años y la dependencia va asociada a la edad. Por tanto, prácticamente todas las personas, en algún momento de su vida, necesitarán ayuda para hacer sus actividades, por eso es tan necesario aprobar esa ley, que es revolucionaria porque anticipa el futuro.

--Pero el coste es muy elevado.--La ley va acompañada de una memoria económica que supone un compromiso firme de financiación. El Estado va a aportar en ocho años 12.638 millones de euros y las comunidades autónomas otro tanto, o sea que serán más de 25.000 millones.

--Lo que quiero preguntarle es si se van a crear expectativas que no podrán satisfacer--Se van a satisfacer todas. Lo que sí es cierto es que se hará paulatinamente. La ley tardará ocho años en construirse completamente porque ahora no tenemos una red de servicio suficiente para atender a más de un millón de personas. Vamos a empezar en el 2007 por los 200.000 casos más graves. En el 2015 daremos cobertura a casi un millón y medio de personas.

--¿A cuántos afecta en Córdoba?--A unas 20.000 personas. Atenderlas exigirá 65 millones de euros anuales a los poderes públicos y generará 4.000 empleos directos y 3.500 indirectos.

--Ley de igualdad. Destaque los aspectos más importantes.--El reconocimiento del papel de la mujer. Creo que esta ley reconoce legalmente que la mujer ha estado discriminada. Las mujeres han sufrido históricamente una grave discriminación y, aunque ahora hay igualdad formal en las normas, no hay igualdad real. Lo que pretende esa norma es conseguir la igualdad real, que a igual trabajo se perciba igual salario, que en las empresas haya participación en los órganos de responsabilidad al mismo nivel hombre--mujer, que en la vida pública y social ocurra igual... Las mujeres han hecho un enorme esfuerzo para el desarrollo de la maternidad, para atender las tareas familiares y para trabajar por cuenta ajena, y resulta que no ocupan puestos de responsabilidad como lo hacen los hombres.--Entonces, ¿la ley pretende remover los obstáculos que tradicionalmente han tenido las mujeres para prosperar profesionalmente?--Efectivamente, y lo hace a través de tres instrumentos básicos: el establecimiento de un sistema que permita combatir la discriminación directa o indirecta (con los planes de igualdad en las empresas, donde, a través de la negociación colectiva, habrá prioridad para contratar a mujeres y para que éstas asciendan cuando el número de mujeres sea menor que el de hombres) y habrá medidas dirigidas a hacer compatible la vida personal y familiar con la laboral.

--Entonces, ¿la ley pretende remover los obstáculos que tradicionalmente han tenido las mujeres para prosperar profesionalmente?

--¿No le parece excesiva la intromisión del Gobierno en forzar a las grandes empresas a incluir determinados perfiles, en este caso mujeres, en sus cuadros directivos?--No lo creo. ¿No hay mujeres capacitadas para ocupar estos espacios? Sí. ¿Por qué no los ocupan? Por tradición, por unas formas culturales de actuar.

--Sin embargo, aplicar la ley será más difícil en las pequeñas empresas, que son la mayoría.--Por eso hemos tomado en consideración las particularidades de las pequeñas empresas. En ellas no tiene que haber planes de igualdad pero sí medidas para la igualdad. Los planes de igualdad serán obligatorios en empresas con más de 250 trabajadores, en las de menos empleados habrá medidas de igualdad que se pueden establecer en negociación colectiva para todo un conjunto de empresas.

--Han creado una norma de conciliación para los funcionarios. Da la sensación de que la empresa privada se aleja cada vez más de la pública en cuanto a calidad en el empleo. ¿Es que no se puede hacer nada desde el Gobierno?--Se está haciendo mucho. Todas las medidas del plan comcilia se van a trasladar a la ley de igualdad, todas las medidas para favorecer la conciliación de la vida familiar y el trabajo que ya disfrutan los funcionarios se van a trasladar a la ley de igualdad con algunas modificaciones, porque la Administración no es lo mismo que una empresa. Ahí va a haber una equiparación de derechos, porque no será justo que los empleados públicos disfruten de unos derechos y no los del sector privado.

plan comcilia

--En la negociación de la reforma laboral, los sindicatos demandan estabilidad en el empleo y los empresarios flexibilidad en los despidos. ¿Podrán conciliarse estas posturas?--La habrá. Los empresarios no piden flexibilidad en los despidos. Los empresarios quieren que haya una adecuada flexibi--