El Partido Popular (PP) de Córdoba ha puesto en marcha el proceso de renovación de sus cargos públicos municipales, que no se detendrá con la dimisión de Rafael Merino como concejal y jefe de la oposición del Ayuntamiento de Córdoba. Su renuncia a la actividad municipal estaba más que cantada desde que el candidato del PP a la presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, aceptó el compromiso que en el 2002 alcanzaron Merino y el entonces secretario general del PP, Javier Arenas de que encabezaría en el 2003 la lista en las elecciones municipales a cambio de repetir como número uno al Congreso de no conseguir, como así ocurrió, la vara de mando de primer edil.

Merino deja su actividad local con éxitos electorales en su haber. En los comicios locales de 1995 y de 1999 ganó estas elecciones en Córdoba, si bien en la segunda ocasión no pudo formar gobierno porque la suma de los ediles de IU y del PSOE dio el sillón municipal a Rosa Aguilar. El ex alcalde acusó este golpe, y las críticas que recibió de las otras fuerzas políticas por retirarse de la actividad municipal no iban descaminadas. A estos aciertos electorales deben añadirse también las victorias que consiguió en la capital en las legislativas del 2000 y del 2004 como cabeza del cartel del PP cordobés al Congreso.

Pero estos datos parece que los ha rentabilizado más la organización que el propio concejal dimisionario, al que sus compañeros dejan ir con total tranquilidad porque no ha utilizado la fuerza de los votos para rodearse de un equipo con poder fáctico dentro de su partido.

Este periódico publicó ya hace meses que la salida de Merino del Ayuntamiento de Córdoba y la de la presidenta provincial del PP, María Jesús Botella, de la Diputación, serían las que primero se producirían después de conocerse los resultados electorales, fuesen los que fuesen. La renuncia de Teófila Martínez como presidenta del PP andaluz y la advertencia hecha por Rajoy de que "una persona, un cargo" han podido precipitar todo este proceso de renovación de caras que se ha iniciado.

Y es que tanto en el partido como en el grupo municipal ya han surgido voces que se preguntan si la concejala y diputada nacional Amelia Caracuel seguirá los mismos pasos que su compañero Merino y renunciará a su acta de capitular para dedicar su actividad política al Congreso de los Diputados. En el mismo contexto están también los concejales Botella y Luis Martín, que ahora también ostentan los cargos de parlamentarios andaluces. Y, si se mantiene esa coherencia y hay bajas, difícilmente deberá aceptar su concejalía el senador electo Angel Blanco, mientras sería una buena noticia la entrada en el Ayuntamiento de Reginaldo Matala, que siempre se queda a las puertas del Consistorio.

Todo parece indicar que seguirán las bajas en el equipo municipal, pero todo a su tiempo para no dar en la ciudad una sensación de desbandada.

Ahora le toca el turno a José Antonio Nieto, al que la junta directiva provincial del PP le designó el martes portavoz municipal en Córdoba. Nieto tiene ahora un trabajo importante que realizar en el grupo, desde el que se puede proyectar como aspirante a la Alcaldía. Si es el elegido, el PP habrá actuado con sentido común, pues habrá decidido el recambio de Merino a tres años vistas las próximas elecciones municipales.