No voy a ir a la concentración, tú no sabes lo que me dijeron a mí y a mi familia la otra semana, incluso después de la asamblea que tuvimos en la sede de la AVV", decía ayer un destacado y activo miembro de los colectivos de Palmeras minutos antes de celebrarse en la calle Sierra Morena la segunda concentración de protesta convocada por la AVV San Antonio María Claret, la asociación de mujeres Nuevo Convivir y los grupos parroquiales.

Nada se podía reprochar al referido vecino de Palmeras si se tiene en cuenta los incidentes de la pasada semana, cuando un grupo (en su mayoría menores) rodearon a los manifestantes, y junto a los reporteros, cámaras y fotógrafos de prensa fueron el blanco de todo tipo de amenazas.

Esta circunstancia explica también la reducidísima presencia de vecinos en la concentración celebrada ayer, que se desarrolló sin incidentes pero en un clima de cierto temor, casi refugiados bajo los soportales de la calle. De hecho, buena parte del grupo dudó cuando llegó el momento de que el reportero gráfico de Diario CORDOBA recogiera su presencia en las fotos. Pese a todo, la concentración se celebró desafiando las amenazas (tanto personales como a sus familias) en demanda de más vigilancia policial y de que se negocien nuevos proyectos formativos, laborales, sociales, urbanísticos y educativos para el barrio.

Los convocantes de la protesta, que han denunciado un incremento de la inseguridad en el barrio (en buena parte debido a otra banda de menores que ha aparecido en la zona), han anunciado que seguirán cada semana con la protesta. De hecho, y a pesar de haberse planteado, han acordado no celebrar sus protestas en otros sitios menos comprometidos para su seguridad (por ejemplo, frente a sede de administraciones en el centro de la ciudad), ya que eso podría interpretarse como una renuncia al derecho de manifestarse en su propio barrio. "No queremos irnos de este barrio para protestar. No nos van a echar. Este es nuestro barrio". Afirmaba ayer Josefa Hernán, una de las participantes en la protesta.

Por otra parte, la Policía se dejó ver al principio de la protesta en calles aledañas, pero la tranquilidad reinante y lo reducido del grupo hizo que ni siquiera llegaran a advertir la presencia de los manifestantes.