La Guardia Civil ha iniciado investigaciones para tratar de esclarecer los actos de vandalismo de que ha sido objeto una necrópolis de origen musulmán que ha sido descubierta durante la ejecución de unas obras de construcción en el Campo de la Verdad. Fuentes del instituto armado aseguraron que el enterramiento, compuesto por doce tumbas, estaba siendo objeto de intgervención arqueológica de urgencia como paso previo a la construcción de un edificio que se estaba levantando junto a la orilla izquierda del río Guadalquivir.

Las mismas fuentes precisaron que el pasado 26 de agosto, el arqueólogo y director técnico de la excavación se personó en las dependencias del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil para denunciar que al inicio de la jornada laboral comprobó que cuatro de las tumbas habían sido seriamente dañadas de forma intencionada durante la tarde noche anterior.

Efectivos del Seprona que se desplazaron hasta la obra comprobaron la veracidad de la denuncia e hicieron constar que en algunas de las tumbas se habían arrojado piedras, que dos cráneos habían sido golpeados y fragmentados, así como que había otra serie de restos óseos diseminados en la zona. El escaso valor de los enterramientos musulmanes --no solían inhumar los cuerpos junto a pertenencias personales como sí solían hacer los romanos-- han hecho a los investigadores descartar que el ataque a la necrópolis haya sido dirigido por expoliadores. Por el contrario, las proximidades de instalaciones deportivas frecuentadas por menores de edad hace pensar a los investigadores que esta acción vandálica haya sido cometida por niños, aunque la Guardia Civil continúa las investigaciones y está instruyendo diligencias que han sido puestas a disposición de la autoridad judicial.