Los primeros cordobeses interesados en que el Guadalquivir vuelva a ser navegable en Córdoba para pequeñas embarcaciones son, precisamente, los que sólo necesitan medio metro de profundidad. Es la treintena de socios del Club de Córdoba de Radiocontrol, que ayer organizaron el V Campeonato de Andalucía de Motonáutica a Radiocontrol (eléctricas) , puntuable para el Campeonato de España de esta curiosa afición, a mitad de camino entre técnica, deporte y coleccionismo.

A la espera de tomar el Guadalquivir, esta curiosa armada volvió ayer a navegar en el estanque frente a la Subdelegación del Gobierno. Sobre esta inmensa lámina de agua (al menos para maquetas de unos centímetros de eslora), compitieron decenas de modelos de aficionados cordobeses, malagueños y granadinos, en un circuito circular de cien metros marcado con boyas que debe recorrerse durante cuatro minutos, según modalidades (OVAL1, para motores a pilas de 24 voltios; OVAL2, de 14,4 voltios, y OVAL3 y 4, de 8,4 voltios).

Sin embargo, el estanque ya se queda muy pequeño para los aficionados que, sobre todo en las modalidades más potentes, no pueden poner sus máquinas a máxima velocidad porque se destrozarían contra el borde. Además, hay que tener en cuenta que el club no se limita a echar un día de juego con sus máquinas. Desde que se creó la asociación, en 1991, realizan exposiciones, participan en exhibiciones nacionales, compiten en campeonatos y hacen viajes de todo tipo, una intensa actividad que plasman cada doce meses en un abultado anuario de unas 300 páginas, recuerda el presidente, José Manuel Enríquez.

Con tanta experiencia y afición, y en vista de que la apertura del río a la ciudad tarda más de lo que han prometido las autoridades, no es extraño que su pasión haya llegado, nada menos, que a la Gerencia de Urbanismo, a la que le han presentado un proyecto para que el parque de Levante cuente con un estanque multiusos poco profundo, de 145 por 40 metros, sirviendo también para crear un micloclima en el extenso parque y como parte del sistema de riego.

Mientras tanto, los socios del club seguirán navegando, a media máquina, en el más improvisado y reducido mar de Córdoba, en plena avenida de Conde de Vallellano.