El 18 de julio de 1936 ha quedado grabado a fuego en la historia de España, y ese mismo día se publicó la última caricatura del poeta Federico García Lorca en la prensa de Madrid, unos trazos humorísticos que antecedieron la tragedia de su asesinato justo un mes más tarde. Ese dibujo firmado por Manuel del Arco, caricaturista y periodista aragonés, y la penúltima caricatura del poeta publicada por la prensa madrileña, publicada el 10 de junio de ese mismo año y firmada por Luis Bagaria, han sido objeto de un breve estudio incluido en el último número de la revista andaluza de bibliofilia Entorno Literario.

El autor del estudio sobre estas dos caricaturas, un erudito y editor de profesión que firma con el pseudónimo también humorístico de Bendito Alias Montano, ha preferido conservar su anonimato al declarar a Efe que el tono crítico de estas dos caricaturas pudo responder a «la evolución ideológica de Lorca, a su precipitada marcha de Madrid y a sus pasos atrás en cuanto a relevancia pública» en aquellas agitadas fechas.

En esta caricatura aparece con indumentaria infantil y elementos propios de la Primera Comunión

La última caricatura de García Lorca fue publicada por el periódico Heraldo de Madrid y en ella el poeta aparece con indumentaria infantil, con pantalón corto y un enorme lazo al cuello y con elementos propios de la Primera Comunión, como una vela en una mano, un misal en la otra y un brazalete con forma de lazo con flecos.

La última caricatura de Federico García Lorca. ENTORNO LITERARIO

El texto que acompañó la caricatura de Manuel del Arco en aquella edición del Heraldo de Madrid iba encabezado por un título que no dejaba lugar a dudas sobre sus intenciones satíricas: «García Lorca, ‘niño mono, orgullo de mamá’». El texto precedido por ese título se refería al «niño» de la caricatura diciendo: «Es un encanto. Ya ve: sólo tiene siete años y medio. No tuvo apendicitis y aseguran que tiene cerebro de persona mayor», y más adelante señala que se trata de un niño que posee «esa impertinencia de criatura prodigio».

El autor del estudio sobre las dos caricaturas ha calificado de «sorprendente» el tono de la caricatura y del texto que la acompañó, puesto que este periódico madrileño fue «un acérrimo defensor» del poeta y el propio Manuel del Arco lo había caricaturizado con anterioridad de manera más complaciente.

Curiosamente, el periódico era un "acérrimo defensor" del poeta y había publicado caricaturas anteriores más complacientes

La caricatura, según el análisis de Entorno Literario, pudo estar relacionada con «la precipitada huida de Madrid del poeta». «La evidencia de que Lorca se había marchado de Madrid en unas circunstancias tan complicadas como las que siguieron a la muerte de Calvo Sotelo no habrían sido bien vistas por la redacción», señala el estudio.

La penúltima caricatura de Lorca, publicada por el diario El Sol el anterior mes de junio, firmada por Bagaría, acompaña una entrevista que le hace el propio Bagaría y muestra al poeta granadino suspendido en el aire como un angelito, alado y laureado por una aureola de florecillas y con una flor «en salva sea la parte», un detalle que la cultura popular atribuye a buena fortuna pero que en este caso no fue premonitorio por el trágico final del poeta dos meses más tarde.