Las elecciones andaluzas tienen una fuerte carga simbólica, porque se dirime o bien la hegemonía total del PP y un cambio radical del modelo social, o la presencia de otra manera de afrontar la crisis, que representa el conjunto de la izquierda, opción ésta necesaria ante el curso de las cosas en nuestro pas.

Todo apunta a una victoria del PP, pero la última encuesta del CIS señala matices de resistencia del electorado andaluz a que esa victoria sea aplastante y se produzca un vuelco radical de la realidad política andaluza. Empieza a estar presente el miedo a facilitarle la mayoría absoluta al PP, que con la Reforma Laboral y otras iniciativas que no se deben a la crisis, empieza a mostrar su consabido programa oculto. Y es que a muchos nos preocupa esta derecha política, acentuada por su mayoría absoluta, ya que su objetivo demostrado es "poner fin a la Historia" y comenzar a reescribirla con la consecuencia escandalosa de la eliminación de toda expresión del Estado Social y de Derecho que hemos conocido hasta ahora.

Son, desgraciadamente para la breve trayectoria del actual Gobierno, muchas sus iniciativas que nos hacen vivir en una pesadilla. Medidas que son inocuas para parte de la población, acomodada en quedarse en la epidermis de las cosas y en la que ha calado la semilla del 'todos iguales', del desapego y del rechazo a la política y los políticos, en una espiral peligrosa, de la que se beneficia el PP. Por otro lado el PSOE andaluz tiene un bagaje del que en ningún caso pueden sentirse orgullosos. Hoy, en Andalucía, es un proyecto agotado y acosado por la inercia y la corrupción, necesitado de un "reciclado integral" que lo convierta en lo que predica. Casos como los ERE demuestran, como mínimo, una dejadez, una falta de control del dinero público, de transparencia y un "nepotismo partidista", que sonroja. Y que lo inhabilita para merecer el respaldo de la ciudadana.

Sin duda, en este 25M las alternativas de gobierno del bipartidismo clásico no son la solución, por eso votar a IU, por su trayectoria limpia y su compromiso con las libertades democráticas, la igualdad y los derechos sociales.