Un año muy ‘nocturno’

El 24 de marzo de 2024, Domingo de Ramos, el sol se pondrá en Córdoba a las 19:35 horas CET, a pesar de que ya por entonces los días serán más largos que las noches, pero aún en pleno horario oficial de invierno. Será una de las Semanas Santas más nocturnas de estas décadas, salvo para la hermandad del Resucitado, que saldrá a la calle con una hora menos de sueño al cambiar el registro horario europeo al de verano justo la madrugada anterior. Por cierto, no se olviden los hermanos de retocar sus relojes si no quieren llegar una hora tarde a Santa Marina.

Y es que coinciden dos reglas: la primera, una norma tan antigua como la del Concilio de Nicea (325), que fijó la Pascua en el primer domingo después de la primera luna llena de primavera, la Luna de Nissan del calendario judío. La segunda, mucho más moderna, es la que unificó para la UE ese cambio de horario de invierno en el último domingo de marzo. Por cierto, dos normas en entredicho y que pueden hacer que en un futuro más o menos cercano no vuelva a repetirse más esta circunstancia: el Vaticano, por un lado, ya planteó el pasado año el que, después de siglos, dejar en unas fechas fijas de abril la Semana Santa; mientras que en la UE está claro el consenso para adoptar un solo horario, aunque no haya tanto acuerdo en cuándo hacerlo.

En 2016, la última Semana Santa 'nocturna'

En todo caso, la poco soleada Semana Santa 2024 Córdoba no es un caso extraordinario, aunque sí poco frecuente. La última Semana Santa nocturna fue la de 2016, con el Domingo de Ramos aún en invierno, el 20 de marzo. La próxima (si, como se ha dicho, la Santa Sede o la UE no cambian fechas y horarios) será la del 2027, que comenzará el 21 de marzo.

Por supuesto, nada de ello será un problema insalvable para ninguna cofradía ni para los horarios de las procesiones. Hay que aceptarlo como es y punto, incluso si ello altera algunos hábitos personales. Así, puede que sea menos penoso llevar el cubrerrostro al acortarse las horas de sol, habrá que echar un jersey en la mochila para la vuelta, los fotógrafos se tendrán que dar prisa si quieren imágenes de día y, eso es otra historia, la hostelería puede que haga menos negocio al no haber empezado ese horario de verano que siempre anima al consumidor.

Más satisfechos a priori están en las corporaciones cuya estética e idiosincracia, y como ellas mismas reconocen, se sienten más cómodas en la noche. Proverbial es esa sintonía con las tinieblas de la hermandad de Ánimas.

La Vera Cruz, la más satisfecha

Sin embargo, en este 2024 quizá la más satisfecha sea la Vera Cruz, cuyo cambio de día al Domingo de Ramos le permite salir y volver al templo antes, algo que de no haber dejado el Lunes Santo le hubiera obligado a que prácticamente toda su estación de penitencia hubiera sido de noche. «Lo teníamos en cuenta, pero desde luego ha sido providencial el cambio», reconoce José Luis Pino Mata, hermano mayor de la archicofradía. Por cierto, un cambio que «ha sido bien recibido» y que ya le está dando alegrías a la corporación, como ese aumento de 25 hermanos registrado que algunos atribuyen, al menos en parte, al cambio de día y horario.

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