acto en la iglesia de Capuchinos

Bendecido un nuevo manto para la Virgen de la Paz

Estaba previsto su estreno para la coronación canónica

El consiliario de la hermandad, fray Francisco Martínez Melero, bendice el nuevo manto de la Virgen de la Paz.

El consiliario de la hermandad, fray Francisco Martínez Melero, bendice el nuevo manto de la Virgen de la Paz. / Chencho Martínez

La hermandad de la Paz, tras la función celebrada este domingo en la iglesia del Santo Ángel (Capuchinos) en honor de su titular mariana, María Santísima de la Paz y Esperanza coronada, bendijo el nuevo manto destinado al ajuar de la Virgen, una pieza que estaba prevista ser estrenada para la coronación canónica de la popular imagen, que tuvo lugar en la Catedral el pasado octubre.

El manto ha sido bordado en plata sobre soporte en color blanco por el bordador cordobés Rafael Jódar, quien firma asimismo el diseño de la pieza. Un conjunto cargado de simbología, de modo que el dibujo del manto recoge varios aspectos. Por un lado, elementos alusivos a la propia imagen mariana y a la hermandad, a su advocación principal, la Paz, y a la pureza de María, así como el carisma franciscano; y por otro lado, los que hacen referencia a su coronación pontificia: la Iglesia y la ciudad de Córdoba.

Como ya se explicó en la presentación del dibujo y este domingo se volvió a recordar, el manto, que desde este domingo es una realidad, está concebido con una greca perimetral que lo rodea en la totalidad de su contorno y que se va entrelazando con ramas de olivo y rosas sin espinas, en alusión a la advocación de la Paz y al milagro de san Francisco en la Porciúncula, respectivamente.

La misma greca se une en la cola con distintos roleos, al igual que en las vistas, donde se deja espacio para unas cartelas que albergan las armas del Papa Francisco y el escudo del obispo de Córdoba, Demetrio Fernández. Las azucenas, presentes en las letanías marianas y alusivas a la pureza de la Virgen, y las ramas de olivo son los principales motivos ornamentales que se encuentran presentes en este manto. La parte trasera está presidida por el escudo de la ciudad, como guiño al lema de la coronación de la titular de la cofradía: Córdoba, corona de la Paz. El conjunto está salpicado de ramilletes de olivo, símbolo de la paz, unidos por unos delicados lazos bordados en oro.