Desde que comenzó la invasión de Rusia a Ucrania el pasado mes de febrero, la mayoría de los países andan detrás de una fórmula para acabar por un conflicto que está masacrando al pueblo ucraniano y que está provocando un impacto sin precedentes en la economía mundial.

Para ello, todas las ideas son pocas: incluido estudiar cuáles son las debilidades del mandatario que ha abocado a ambos países a esta situación. Vladimir Putin es el presidente de Rusia y gracias a un libro de Witold Szablowski sobre la historia gastronómica del país ('Rusia en la cocina'), ahora conocemos cuál es su mayor debilidad.

Desde que su abuelo, Spiridón Putin, fuera cocinero de Lenin y Stalin en prestigiosos establecimientos de San Petersburgo, la familia del dirigente ha estado muy vinculada a la gastronomía nacional. Aunque no hay pruebas concluyentes sobre el vínculo del antecesor de Putin y la cocina para grandes figuras históricas, un documental de televisión de 2018 lo asegura vehementemente.

El alimento que obsesiona al dirigente de Rusia

'Rusia en la cocina' destapa cuál es el alimento que nunca falta en la mesa de Vladimir Putin: según el presidente de la Asociación Culinaria Nacional de Rusia, Viktor Belyaev, todos los postres que recibe el presidente deben llevar por lo menos "una bola de helado".

La pasión del mandatario ruso por el helado, de todos los sabores, y su presencia en todas y cada una de las comidas del presidente sumada al antepasado culinario de su familia, hacen que la gastronomía sea una de las cosas que, según dicen, son de las más importantes para Putin.

Putin sirvió al presidente de Bielorrusia

Según publica el mismo Witold Szablowski en su libro, otro episodio destacado de la relación entre Putin y la cocina fue cuando en diciembre de 2019 sirvió a Aleksandr Lukashenko, presidente de Bielorrusia. Ese día, según relata el cronista, se sirvió ensalada de tomate y queso, sopa de guisantes, salmonete con alcachofas y quinoa, filete de calamar con puré de zanahoria y filete de ternera blanca con puerro asado.

En el encuentro entre ambas autoridades, el postre fue sorbete de mandarina y tarta de fresas.