Diario Córdoba

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ACTUALIDAD BLANQUIVERDE
ENTREVISTA Carlos Puga Lateral derecho del Córdoba CF

"En el Córdoba CF estoy en la gloria, ojalá me hagan un contrato vitalicio"

"Este año me ha ocurrido lo de los gemelos, pero me estoy cuidando más que nunca y eso pasará", asegura el futbolista blanquiverde

Carlos Puga posa en El Arcángel tras el entrenamiento del Córdoba CF. MANUEL MURILLO

Fue uno de los nombres destacados de la temporada del ascenso del Córdoba CF a Primera Federación y un descubrimiento en el que Germán Crespo tuvo mucho -por no decir todo- que ver. Su proyección apuntaba a renovación, pero todo se complicó el pasado verano, quedando esta pendiente. Todo indica que Carlos Puga (Albuñol, Granada, 2000) seguirá vistiendo de blanquiverde para que así sus padres, dueños de un supermercado, y su hermano vengan a visitarle, algo que él valora especialmente. Además de la cercanía de Córdoba y su pueblo, también reconoce que «nunca» jugó ante 15.000 espectadores. El Córdoba CF, por estadio, afición y evolución deportiva, le ha marcado.

Hagamos un poco de memoria de su llegada al Córdoba.

Sí, salgo de un equipito de Granada, del Santa Fe, en Liga Nacional Juvenil. Ascendemos ese año a División de Honor y me voy al Motril, en Tercera. Ahí hacemos buen año y nos metemos en play off. Caemos en play off en Marbella, me acuerdo, y ya me sale ahí el Cádiz B y el Córdoba B. No me decidía porque el Cádiz B estaba en Segunda B y yo quería progresar, pero me llamó Germán (Crespo) y tomé la decisión de venir aquí. Y hasta el día de hoy, agradecido, porque mejor imposible, no me puedo quejar de nada. El año del filial muy mal al principio, porque lo pasamos muy mal viendo que teníamos muy buen equipo, pero no salían los resultados, no arrancábamos. Nosotros mismos, los jugadores, lo hablábamos entre nosotros: «Es que la manera de jugar del entrenador nos gusta y es la mejor para nosotros, pero somos nosotros, que si no hacemos una buena temporada, ¿dónde vamos a ir el año que viene?». Y nada, al final, ahora te das cuenta de por dónde pasamos, que íbamos últimos y casi nos metemos en play off.

Costó arrancar.

Sí, pero acabamos muy bien. Y nada, tuve la suerte de que subió Germán y tiró de mí y de alguno más y a día de hoy, en el primer equipo, no me puedo quejar.

Germán Crespo es clave en su carrera hasta ahora.

Ahora mismo sí, porque ha confiado en mí en todas las categorías. He pasado por Tercera, Segunda B, Segunda RFEF y Primera Federación.

¿Y no lo conocía de antes?

No, qué va. Me vería en Motril, en Santa Fe… No sé dónde me vería, pero no le conocía de nada, de nada. Yo lo conocí a través de mi anterior representante, que era de Granada, porque se conocían de los Veteranos del Granada. Pero a él, yo, nunca le había visto en mi vida.

¿Su esquema de juego es especialmente bueno para los jugadores?

Sí, para mi forma de jugar, al menos, a mí me viene bien. Él basa su juego en los laterales, la salida de balón casi siempre es por los laterales. Y a mí me gusta porque tengo la facilidad de llegar. Es verdad que en defensa me cuesta algo más, pero a la hora de llegar tengo la mayor facilidad del mundo para incorporarme a opciones de ataque. Igual que si jugara con defensa de cinco y yo como carrilero, porque es lo que soy.

Él es el que le convierte en carrilero-lateral, ¿no?

(Piensa y ríe) Yo he jugado en todas las posiciones del fútbol. Increíble, increíble. En la selección granadina, de pequeño, me decía el entrenador: «Mañana te traes unos guantes, que te voy a probar de portero», de cachondeo. Yo siempre jugué de ‘6’, en infantiles, alevines, cadetes, siempre jugué de ‘6’, porque como soy muy dinámico siempre me ponían ahí, de ‘6’. Y hubo un entrenador en el Almería, en categoría juvenil, que se lesionaron los dos laterales y dijo, hala, tú de lateral. Y me comí toda la temporada de lateral, y también la siguiente. Me voy al Santa Fe y, nada, el lateral que había era bastante bueno, se lesionó el extremo y me comí todo el año como extremo. En el Motril, todo el año de extremo. Vengo aquí y me pone los dos primeros como extremo. Ve que no voy bien y me pone de lateral. Y como lateral, para delante, para delante, me sube al primer equipo y el año pasado jugué más de extremo que de lateral. Ya digo, siempre jugué como ‘6’, pero yo quería jugar, aunque fuera de central. Pero te vas dando cuenta de que cuando subes categorías tienes que marcar posición.

"Antes veía esto como un hobby, más que lo que es, que es un trabajo"

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Definirse.

Ahí está. Ser bueno en esa posición, no ser bueno en varias y no destacar en ninguna. Entonces, a día de hoy, puedo decir que me considero lateral o lateral y extremo, porque no juego en otra posición.

¿Cómo se encuentra en esta temporada? Hubo cierta controversia con su condición física, pero el míster, unos días después, también reconoció tras el choque ante el Sanse que llegaba justo al final de los partidos.

Sí, es verdad que he tenido esos problemas con los gemelos, que vienen de siempre. Pero como suelo decirle a mi familia. Antes veía esto como un hobby, más que lo que es, que es un trabajo. Yo decía de entrenar, pero a la hora de la alimentación o si me decían de apuntarme a un gimnasio pues pensaba que no y lo iba dejando, porque lo veía más hobby que trabajo. A día de hoy te das cuenta de que las categorías se notan y tienes que ponerte serio en la alimentación, ir al gimnasio todos los días, cuidarte…

Profesionalizarse.

Ahí está. Y que si no es así, no juegas. Y que las categorías se notan. El año pasado, en Segunda RFEF los esfuerzos eran muchísimo menores en comparación con esta categoría. Y este año es verdad que ha pasado lo de los gemelos, pero yo creo que eso al final se va a solucionar, porque no me he cuidado más en mi vida que ahora. Mi madre, voy a mi casa y me dice que qué voy a comer y le digo "esto". Y me dice: «Carlos, si eso es lo que comes todos los días». Pero yo le digo que me lo haga. En eso estoy tranquilo, en algún momento se quitará y estaré como un avión.

Hablaba del año pasado y este. Se nota la diferencia de categoría, ¿verdad?

Sí, sí. La intensidad se nota muchísimo, sobre todo que los jugadores son muchísimo más físicos y tienen mucha más calidad que en Segunda RFEF. Pero bueno, creo que a día de hoy lo hemos notado en que los partidos nos cuestan más, pero estamos sacando los resultados. Yo creo que nadie esperaría que empatáramos dos, ganáramos seis y perdiéramos solo uno. Todos lo hubiéramos firmado a principio de temporada. Poco a poco. El equipo se encuentra bien y todos vamos a una, yo estoy tranquilo.

"La intensidad se nota muchísimo, sobre todo que los jugadores son muchísimo más físicos y tienen mucha más calidad que en Segunda RFEF"

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¿Cuando subió al primer equipo hubo algún compañero que le llamó la atención especialmente?

Miguel (De las Cuevas). El jugador que con un control… Le mandas un melón y te lo hace bueno. Le envías una piedra y te la hace buena con el control. Le entras y con el control se te ha ido. Y a lo mejor piensas que no es rápido, pero si con el control te ha sacado un metro, ya no lo coges, aunque sea más lento. Kike Márquez también se nota. Bernal. Son jugadores que han tocado la élite y se nota en los controles, a la hora de ver el fútbol, saben cuándo tienen que ir a presionar, cuando tienen que ir a un lado u otro. Conocen las pautas de un partido… Javi Flores también. Jugadores que te dan esa tranquilidad en los partidos, que la tienen ellos. Que no son como yo, que voy ahí (ríe, mientras hace gesto de correr)…

¿Qué destaca de la forma de ver el fútbol de Germán Crespo?

Que es atrevido. Si un partido se le pone mal no va a buscar el empate en ningún momento. Lo vimos el año pasado contra el Tamaraceite. Íbamos 0-0 y quitó y me puso a mí de central, metiendo dos extremos rápido, dejándome atrás a mí con Gudelj y con Ekaitz. Le da igual. No creo que busque empatar ningún partido. Y eso se destaca, porque a día de hoy, los resultados que ha sacado pocos entrenadores lo habrán hecho en este club. Y dice la gente de las categorías, sí, las categorías, pero nosotros ascendimos el año pasado y el Recreativo mira cómo está. Iba a ascender y míralo. Los equipos también juegan, entrenan y ven los partidos y te estudian y saben de ti. Es complicado lo que hicimos el año pasado y este año también, ir segundos siendo recién ascendidos. El Pontevedra decían que tenía buen equipo y está sufriendo ahí abajo. Es complicado subir de categoría y dar el nivel que estamos dando. Que yo entiendo también a la gente. Vienes de ganar casi todos los partidos y si pierdes uno, “hostia, hostia”. Pero bueno, eso tenemos que administrarlo nosotros en el vestuario y llevar la situación lo mejor posible.

Es que lo del año pasado era lo anormal.

Ahí está. Lo normal es que ganes, ojalá ganásemos todos los partidos como el año pasado, yendo 2-0 o 3-0 al descanso y te vas tranquilo para tu casa o irte con tu familia la acabar el partido. Bueno. Pero creo que lo normal es lo de este año, que ganemos la mayor parte de los partidos, pero que alguno se te complique, como el del Sanse, que te estudia, se mete atrás, sube rápido en banda. Gente destructiva en mediocampo y en la última jugada te mete. 

Carlos Puga, durante la entrevista a CÓRDOBA, en El Arcángel. MANUEL MURILLO

¿Lo peor para este equipo es el rival que se encierra?

No sé. Para mí, lo que más me cuesta es un rival que te meta dos líneas de cuatro y dos tíos arriba y al final te salgan las cosas. Porque lo hablaba con Calderón el día del Sanse. "Esto no puede seguir así, he hecho 18 esprints para arriba y para abajo y estoy que me muero”. Y Calderón me decía: “Yo estoy igual, no podemos seguir este ritmo”. Normal, porque nosotros teníamos que hacer la superioridad en banda y a la hora de perder el balón teníamos que ir atrás como aviones porque nos hacían un dos contra dos y teníamos que ayudar. Y pensábamos que ese ritmo durante todo el partido no podríamos aguantarlo. Y eso se nota con respecto al año pasado en esta categoría.

¿Este año algo menos que el año pasado en minutos?

Nos empezó dando los mismos minutos que el año pasado, más o menos, pero no me puedo quejar, porque si dijera que el compañero que tengo en mi posición es una traca. Pero es que es José Ruiz y mejor no lo puede hacer. Le dije en Ferrol que lo había secado (a Héber Pena), porque lo había secado completamente. Era un avión y lo consiguió. No puedo pedir más, no puedo decir "tengo que jugar”, porque si él lo hace bien y yo también, pero el míster entiende que tiene que jugar él yo tengo que ir con él, lo mismo que si juego yo él va conmigo. Es que José Ruiz es muy, muy bueno. Es una competencia dura, pero muy sana. Porque él cuando yo juego él me dice lo que tengo que hacer y eso me ayuda, porque yo tengo 21 años. Él viene de vuelta, juega en esta categoría, pero la verdad es que no entiendo cómo no ha jugado más arriba. Y sé que en los partidos complicados él va a tener más de jugar, porque defensivamente él es más experimentado y le va a dar más en defensa de lo que le voy a dar yo. Pero él me intenta ayudar y yo también si veo mal algo se lo diré porque algo entiendo de fútbol, digo yo (sonríe). Lo está haciendo muy bien y cuando me toque daré lo mejor que tenga.

¿Dónde va a estar cuando tenga 22, 23 o 24 años?

Estoy muy a gusto aquí. Tengo mi casa a dos horas. Mis padres no han venido a verme nunca, a mí me llevaba a entrenar mi hermano y ahora, cuando vienen, les dijo “joé, habéis venido a verme aquí más en un año que en toda mi vida”. Y es verdad. La cercanía que tengo con mi casa es importante. Todas las semanas bajo a mi pueblo, si no bajo me da algo. Veo a mis padres y estoy en Córdoba en la gloria. El primer año echaba de menos a mis padres, pero ahora me vengo para Córdoba y como si nada. Los del equipo, conmigo, a muerte. Vamos a tomar lo que sea, vamos a la casa de alguno a ver fútbol y no estás con tu familia, pero al final haces familia aquí dentro. Y en Córdoba estoy en la gloria, ojalá me hagan un contrato vitalicio. Estoy muy cómodo, de verdad, yo creo que el asunto (de la renovación) se arreglará ya mismo.

Lo importante es que usted se quiere quedar.

Sí, sí, yo me quiero quedar. Si es que el Córdoba… ¿Dónde voy a jugar con 15.000 personas? ¿Qué equipo mete 15.000 personas y tiene una afición como la que hay aquí? Y mi familia al lado y mi hermano a una hora. Si no estuviera a gusto pues hubiera buscado otro lado, que estuviera cerca de mi familia, pero aquí no me puedo quejar de nada. Y el trato del Córdoba conmigo ha sido impecable. No puedo ponerle ninguna pega al club en ningún aspecto.

Carlos Puga pasea por el césped de El Arcángel. MANUEL MURILLO

¿Qué me dice, precisamente, de la afición?

Nada, que sigan apoyándonos como hasta ahora, a muerte en todos los partidos, y que no esperaba nunca en mi vida jugar delante de 15.000 personas (ríe). Y ya lo he hecho un par de veces. Que sigan como hasta ahora y esperamos que hagamos el objetivo y que lo disfruten con nosotros.

¿Cómo va a terminar la temporada?

Ojalá sea el que todos queremos. Yo lo hablo mucho con mi hermano, que veo muy buen equipo, se lo dije ya en pretemporada. Cuando vi a Carracedo pensaba “madre mía, va volando”. Le decía que había muy buen equipo y que llegó gente que había estado en la categoría, lo que daba más peso al equipo. Yo no sé si estaremos al final de temporada peleando por el ascenso directo o por play off, no lo sé, pero arriba vamos a estar, estoy casi al cien por cien seguro.

Con su renovación hecha, espero, porque renueva el director deportivo, el secretario técnico, el entrenador…

Todos (ríe), solo falta la mía.

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