El Córdoba CF encara la recta final de una temporada tan brillante como necesaria para poner punto y final a media década en caída libre. La cita del domingo ante el Ceuta (12.00 horas) será esa oportunidad para despedirse de El Arcángel como hacía años que no podía hacerlo: con una comunión inédita y una sonrisa de oreja a oreja. Lo del verde pasará a ser casi secundario, ya que lo realmente emotivo estará en la grada y en los lazos rotos que han vuelto a unirse esta temporada. Será el precedente, como desde el club indican, del “primerpaso” hacía un futuro menos oscuro.
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Y es que la última vez que El Arcángel pudo despedirse de buena manera con el equipo dista ya de hace cinco años. Fue la temporada de la salvación milagrosa y un cambio de propiedad que traería cola. Hablamos del curso 2017-2018, un año marcado por una segunda vuelta estratosférica que sirvió a los blanquiverdes para salvar la categoría en la última jornada tras siete meses en descenso. Ese último partido se saldó con un contundente 3-0 a favor de los de Sandoval ante el Sporting de Gijón, en un Arcángel lleno hasta la bandera que se deleitó con los goles de Sergi Guardiola y la magia de José Antonio Reyes. Fue el último partido como blanquiverde del utrerano, que se marchó rebasada la hora de juego con una ovación ensordecedora.
A partir de entonces comenzó el tormento. La siguiente temporada vino azotada por los malos resultados y los problemas con la nueva propiedad. El resultado no fue otro que el descenso, más que confirmado en la última jornada pero con el bochornoso broche de una última derrotaen casa. Fue ante el Osasuna, en un 2-3 que incluso tuvo el sello del exblanquiverde Xisco Jiménez en uno de los tres tantos que anotaron los navarros. Ese año ellos ascendieron y el Córdoba CF cerró como el penúltimo clasificado, tan solo por delante de un Reus que se había retirado hacía varios meses.
La vuelta a empezar
Lo que vino a continuación no mejoró lo anterior. El cuadro blanquiverde volvía al punto de partida: Segunda B. Una categoría que hacía una década que consiguió dejar atrás pero que en la 2019-2020 volvió de un plumazo, sin mediar palabra. Este año también estuvo marcado por los problemas extradeportivos, los ERTE y la pandemia, la que además acarreó la suspensión de la liga antes de cerrarse su calendario. En ese diciembre previo tomó el control del club Infinity, la actual propiedad, que tampoco supo resolver un primer tramo de temporada totalmente irregular. El último partido en casa fue frente al Cartagena, con un firme 0-2 que confirmó la mala racha. Ese año no hubo ascenso, aunque sí desencanto.
Posteriormente llegó la 2020-2021, justo la temporada pasada, en la que lejos de lograrse el regreso a Segunda División, se cosechó otro descenso. Aquí tuvo plenos poderes Infinity, que rehízo la dirección y plantilla con el objetivo de devolver al club al fútbol profesional. En el banquillo no encontraron la fórmula ni Juan Sabas ni Pablo Alfaro, aunque cuando todo comenzó a funcionar, con la llegada de Germán Crespo, ya era tarde. La despedida se produjo con victoria en la segunda fase de la temporada, propiciada por el nuevo formato de la Federación con las nuevas Primera, Segunda y Tercera RFEF. En esa fase el Córdoba siguió cosechando reveses y cerró con un irónico triunfo por 2-1 ante el Cádiz B en un Arcángel totalmente vacío. Ahí el Córdoba CF tocó fondo.
El momento presente
El resto es historia. El descenso a los infiernos del fútbol español ha servido al cuadro blanquiverde para reflotar todas las sensaciones que parecían haberse perdido por el camino. Una temporada de récord, plagada de éxitos y con nuevos ídolos en el cordobesismo. Un curso que hará como reconstituyente para la afición yque ha generado el entusiasmo también en los más jóvenes. Para la posteridad quedarán enmarcadas numerosas fechas, como la del histórico matinal ante el Tamaraceite, la fiesta frente a Las Palmas Atlético o el ascenso en Mérida.
A resumidas cuentas, el único paso acertado entre muchos años de calvario que ha dotado a la entidad de una nueva vida extra para volver a lo que un día fue. Ante el Ceuta buscará poner el broche al merecido premio, aunque, no obstante y como ya se ha indicado, este es solo el primer paso.