El destino, caprichoso como él solo, permitió a Antonio Casas volver a su tierra este verano para militar en el Córdoba CF. El rambleño, a sus 21 años, ya atesora una experiencia reseñable de su paso por canteras tan importantes como la del Real Madrid CF y el Sevilla FC, dos etapas que le marcaron a nivel personal y profesional. La madurez del delantero vino acompañada de su absoluta y decidida fijación hacia la meta contraria. Y es que el cordobés exprime al máximo cualquier opción que le concede el entrenador, Germán Crespo, para ganarse un nombre dentro de la afición blanquiverde. El particular "matador" de la escuadra cordobesa, a base de goles, solo ansía celebrar el ascenso en Las Tendillas y que el club recupere parte del tiempo perdido en el último lustro.

-Las cosas como son, Antonio. El equipo ha empezado como un auténtico tiro el curso.

-Pues sí, la verdad. Este inicio de Liga lo hubiera firmado cualquiera en pretemporada. El club fichó a muchos jugadores nuevos y había alguna duda de ver cómo íbamos a cuadrar todos juntos. Lo hemos hecho hasta ahora de lujo, encajamos a la perfección los que se quedaron y los que llegamos y ojalá la cosa siga así.

-¿Esperaba un escenario similar cuando arrancó la actividad allá por julio?

-No, como te decía antes es el que cualquiera hubiera firmado porque veníamos al Córdoba en un año malo. Lo que sí tengo claro es que todo lo que no sea subir es un fracaso.

-Ya no es solo el hecho de ofrecer un buen juego, también queda patente con resultados tanto en Liga como en la Copa RFEF.

-Se demuestra que está todo el mundo enchufado y eso es lo bueno. Un día, en la Copa, se pone un once y gana. A los tres días hay otro once diferente y se vuelve a ganar. A decir verdad no hay titulares ni suplentes y todos vamos a una.

"Un día, en la Copa, se pone un once y gana. A los tres días hay otro once diferente y se vuelve a ganar. A decir verdad no hay titulares ni suplentes y todos vamos a una"

-Las metas, dentro de ambas competiciones, ¿dónde las sitúan?

-El pensamiento y el principal objetivo es el ascenso a la Primera RFEF. Después, en el torneo copero, queremos disputarlo y competirlo hasta el último día.

Antonio Casas, en El Arcángel. Francisco González

-¿Cómo ve al grupo en el tiempo que lleva en la entidad? ¿Y a Germán Crespo?

-Pues es muy bueno y se compagina veteranía con juventud. En cuanto al míster, pues me gusta su filosofía de juego, esa en la que se juega el balón. Hay una cosa que especialmente me atrae que es cuando salimos desde el banquillo. Casi siempre salimos gente de ataque pese a ir ganando, ya sabes que quizás en otras ocasiones se sacan centrales para amarrar los partidos. Entonces, que apueste por los jugadores ofensivos para ir a por más me viene genial.

-Ya lo conocía, pero es cierto que el vínculo que le une con Simo Bouzaidi también queda plasmado en el terreno de juego. Supongo que habrán vivido muchos momentos juntos en la cantera sevillista.

-Tenemos muchas anécdotas juntos, pero no hay ninguna que se pueda contar (se ríe). Él es para mí como un hermano. Vengo de dos años jugando a su lado y somos uña y carne, nos asociamos muy bien.

-Usted se ha convertido por derecho propio en una de las gratas sorpresas. ¿Cuál es el secreto de Casas para que cada día su nombre esté más de actualidad?

-El secreto, sinceramente, está en el día a día, en el trabajo que se hace a diario e intentar aprovechar la oportunidad que tengas. Da igual que salgas cuatro, tres, dos o un minuto, hay que dar el máximo y sacar partido de ello.

-Trabajo, esfuerzo y, sobre todo, una efectividad increíble de cara a puerta. 120 minutos en Liga y tres goles. 180 en la Copa y dos goles.

-Los delanteros, al final, vivimos por rachas. Por eso hay que aprovecharlas y ahora mismo, más allá de los datos y de cada cuántos minutos marco, debo seguir trabajando para prolongar la racha lo máximo posible.

-Su competencia más directa es la de Willy Ledesma. ¿Algún pique sano con él? ¿Le pide el extremeño que baje el nivel a modo de broma?

-Al revés, me llevo de lujo con él y es justo lo contrario. El día que nos enfrentamos al Tamaraceite fuera de casa me tocó salir desde el banquillo. Lo hice con muchas ansias y me dijo que tuviera calma, que él me iba a dar el gol. Es verdad que me dio una asistencia pero no tuve la suerte de meterla. Al final la competencia que tenemos es sana como decías.

-Natural de La Rambla como Pedro Campos, uno de los hombres que hizo historia en el club. ¿Le hablaron de él o ha tenido la oportunidad de entablar alguna conversación?

-Evidentemente sabía de su existencia porque ha sido un referente para todo el cordobesismo. Sin embargo, no he tenido la suerte de conocerle personalmente. A familiares directos sí porque La Rambla no es muy grande, pero espero conocerle pronto.

-Tuvo que ser más que emotiva su presentación, allí en la localidad rambleña, rodeado de familiares y amigos.

-Pues fue un sueño cumplido. Cualquier niño imaginaría contar con una presentación así en su casa, en su pueblo con familiares, mis amigos de toda la vida y mi pareja. Estaba todo el mundo allí y no se me olvidará.

-¿Qué supone para un cordobés triunfar en el club de su tierra?

-Es, sin lugar a dudas, lo más grande que se puede vivir. Llevar al club de tu tierra a lo más alto es la mayor aspiración posible.

"Recuerdo en el primer encuentro en El Arcángel que Bernardo y yo éramos suplentes. Estábamos en el banquillo, lo miré, me miró y nos vimos a los dos cantando el himno como si fuésemos esos niños que vienen a animarnos cada fin de semana"

-No es el único que hace patria chica dentro del vestuario. Bernardo, José Cruz o Javi Flores figuran dentro del plantel. ¿Se siente un plus por el hecho de defender el escudo blanquiverde? ¿Los que no son cordobeses se contagian de ese sentir?

-Está claro, los cordobeses los llevamos en vena. Intentamos transmitir y se nota cuando miras al lado en el vestuario. Recuerdo en el primer encuentro en El Arcángel que Bernardo y yo éramos suplentes. Estábamos en el banquillo, lo miré, me miró y nos vimos a los dos cantando el himno como si fuésemos esos niños que vienen a animarnos cada fin de semana. Eso se transmite lógicamente al resto.

-Y eso que usted se marchó pronto de Córdoba tras pasar por el Séneca.

-Sí, me fui a los 15 años hacia Madrid. Allí estuve hasta los 19 y después me vine un poco más cerca, a Sevilla. En la ciudad andaluza terminé mi etapa juvenil e hice dos años de amateur. En el verano decidimos romper el contrato, salió la oferta del Córdoba y no me lo pensé dos veces.

Antonio Casas en El Arcángel. Francisco González

-¿Qué considera que ganó al irse fuera de la provincia?

-Me fui muy joven y al final, acostumbrado a vivir con mi familia y que te lo hagan todo, ganas el estar solo y llevar tu vida por tu cuenta sin depender de nadie.

-Pasó por canteras tan potentes como la del Real Madrid y la del Sevilla, imagino que es un aprendizaje continuo. ¿Qué vivencias atesora de aquellos momentos que se le quedaran marcadas?

-Pues mira, el año que me marchó para Madrid, antes estuve con instalaciones muy humildes en La Rambla. De repente acabas en la mejor Ciudad Deportiva del mundo. Es otra dimensión realmente, una burbuja bonita de vivir pero que muy pocos tienen a su alcance. Tengo el recuerdo increíble de esas instalaciones y también del personal del club.

-¿Y cómo veía al Córdoba desde lejos? No han sido unos años fáciles para la entidad.

-De pequeño venía al estadio cuando estaba en Segunda División, lo veía todo lleno y me decía que ojalá de grande lo pudiera vivir desde dentro. De amateur, ya en el Sevilla C y en el Sevilla Atlético, miras todo lo que le ocurría de reojo. Si no subes tú, por supuesto que lo haga el Córdoba para, si hay suerte, estar ahí en el futuro, pensaba. De hecho, el Sevilla Atlético subió a la Primera RFEF y te alegras por ti, pero me dolió por el equipo de mi ciudad que es el que siento. Y al final acabé recalando como blanquiverde.

"El Sevilla Atlético subió a la Primera RFEF y te alegras por ti, pero me dolió por el equipo de mi ciudad que es el que siento. Y al final acabé recalando como blanquiverde"

-Usted es delantero. En menos de una década pasaron por aquí hombres como Xisco Jiménez, Florin Andone o Sergi Guardiola. Palabras mayores en todos esos casos.

-Es que son tres jugadores que han marcado y hecho historia con el Córdoba. Salvando las distancias (sonríe), ojalá pueda acercarme un poquito a ellos en el futuro.

-Uno de los más recientes también fue Federico Piovaccari. Sé que existe una anécdota relacionada con el italiano que le llamó la atención en el enfrentamiento de la pasada temporada.

-En persona no había visto nunca a Pío. Cuando lo vi saltar al campo impresionaba la fortaleza y la potencia física que tenía. Recuerdo que estaba en el banquillo y, en un centro lateral, fue a rematar y chocó cabeza con cabeza con un compañero mío del Sevilla Atlético. Bueno, Pío con la ceja abierta y el otro jugador prácticamente igual. Lo que me impactó es que uno, mi compañero, fue trasladado al hospital y Pío siguió jugando con una venda en la cabeza como si nada.

-Atesora experiencia en Tercera División y en Segunda División B. Ahora encaran esta nueva categoría como es la Segunda RFEF. ¿Qué le está pareciendo?

-Realmente la considero como una Segunda División B. Juegas en campos modestos y los otros equipos, salvando al nuestro, suelen plantearte partidos con fútbol directo y poco toque de balón. Tenemos la suerte de poder jugar un fin de semana sí y otro no en este estadio y hacerlo como queremos.

-¿Se nota la responsabilidad del ascenso que tiene el Córdoba? ¿Os la hacen sentir los rivales? ¿Considera que podría llegar a pesar al equipo?

-Como dije el día de mi presentación, el Córdoba es el coco de la categoría por nombre e historia. Somos los más respetados por los rivales, nos encontramos en racha positiva y parece que es fácil el ganar como lo hemos hecho salvo ante el Tamaraceite. Ahora están entrando las ocasiones pero cuando se pierda, que probablemente llegue ese día, este equipo volverá con más ilusión y ganas al siguiente entrenamiento para darle la vuelta.

"Como dije el día de mi presentación, el Córdoba es el coco de la categoría por nombre e historia. Somos los más respetados por los rivales, nos encontramos en racha positiva y parece que es fácil el ganar"

-En cualquier caso, de mantener el nivel, lo cierto es que subir a la Primera RFEF es más que factible. ¿Cuál sería la clave para que la situación no sufriera un giro inesperado?

-La clave, de verdad, es que estamos todos enchufados. Nos ves y tenemos las mismas ganas y, también, los que más ganas tenemos de ascender.

-Si se le habla de la Plaza de las Tendillas y una celebración, ¿lo toma con cautela o realmente es el destino que debe acontecer?

-Tanto dentro como fuera del equipo lo tenemos claro y es lo que cualquier cordobés quiere. Todo el trabajo, todo el esfuerzo va encaminado para eso, para que el 15 de mayo estemos celebrando el ascenso en Las Tendillas.

-Muchos jugadores realizan promesas en caso de promocionar o ganar algún título. ¿Qué se plantearía Casas si se produjera alguno de esos condicionantes?

-Todavía, y lo recalco, no tengo hecha ninguna promesa, pero tampoco digo que no a nada (vuelve a sonreír). Eso sí, nuestro deber es subir y no hay otra opción.