Una de las taras de este Córdoba CF de la 20-21 que tiene un pie y medio en la Segunda RFEF es la de su pobre capacidad ofensiva. Si se toman números globales, podría parecer que los goles que ha anotado el conjunto blanquiverde en sus 22 partidos no son mala cifra. Los 24 tantos marcados por los cordobesistas superan a ocho de los otros 19 equipos del Grupo 4 de Segunda División B. El promedio es más que mediocre y, en cualquier caso, incompatible con el rango de un candidado al ascenso.

Lo cierto es que la sensación de fortaleza ofensiva ha brillado por su ausencia esta campaña, ya que en la mayoría de los casos, al Córdoba CF le ha dado para anotar, como mucho, un gol en los compromisos ligueros. Así, solo en cuatro encuentros de los 22 disputados en Liga el conjunto blanquiverde ha conseguido anotar dos o más goles, por lo que en 18 de ellos se quedó a cero o, como mucho, anoto un tanto. Eso quiere decir que en 18 partidos debió apelar al trabajo defensivo para no perder puntos y, a la vista está, en la mayoría de esas ocasiones no consiguió hacer valer el tanto anotado. Esos dos o más goles anotados en cuatro encuentros suponen el 18,18%, por lo que en el 81,82% de los partidos el Córdoba CF no anotó o marcó un solo gol. Es obvio, porque los aficionados así lo han sufrido, que el conjunto blanquiverde ha visto en demasiadas ocasiones cómo le empataban el partido de turno o, incluso, se lo remontaban.

Ese 18,18% es el porcentaje más bajo desde que el Córdoba CF estaba en Primera División, en la 14-15, en donde solo anotó dos o más goles en al 10,53% de los 38 partidos que disputó. Desde entonces, la capacidad ofensiva del Córdoba CF ha sido más que notable.

Sin ir más lejos, en la siguiente temporada en la que el conjunto blanquiverde disputo las eliminatorias de ascenso a Primera División, anotó dos o más goles en el 40,47% de los partidos, 17 en total, por lo que solo se quedó a cero o anotó un solo gol en el 59,52% de los partidos. Fue la temporada en la que el titular de El Arcángel tenía en sus filas a hombres como Florin Andone, Xisco, Raúl de Tomás o Fidel Chaves, entre otros.

Dos goles o más en casi el 40%

En la 16-17, a pesar de pelear por no bajar a Segunda B, tuvo una cifra ligeramente superior a la actual, terminando en el 19,04% de los partidos anotando dos o más goles, mientras que en la 17-18, la cifra aumentó considerablemente, a pesar de que peleara también por evitar el descenso. Entonces, el Córdoba CF anotó dos o más goles en el 38,09% de los partidos, 16 de los 42, mientras que en la última temporada en Segunda División, la 18-19, también superó ampliamente el porcentaje actual del conjunto blanquiverde. Entonces, el Córdoba CF anotó en nueve encuentros dos o más goles, es decir, el 32,14% de los 42 partidos de Liga.

Esa incapacidad ofensiva, con más del 80% de los partidos en los que no se pasa de un gol, contrasta con la falta de respuesta defensiva para amortiguar la escasez en ataque. Solo en ocho partidos de los 22 disputados en esta temporada logró el Córdoba CF dejar su portería a cero, seis bajo las órdenes de Alfaro y dos a los mandos de Juan Sabas, lo que supone casi el 40% de los encuentros disputados, concretamente el 26,36%.

Obviamente, el ataque cordobesista ha sido uno de los que han estado en el análisis de aficionados y prensa a lo largo de la campaña. Jugando con un delantero en punta, Federico Piovaccari debía ser el realizador de la temporada, el que culminara el juego de ataque del equipo. Reclamado incluso por la afición en aquel mercado invernal de la 19-20, el italiano no llegó a estrenarse en los seis partidos completos, todos, hasta que llegó el confinamiento, mientras que Willy sí se estrenó, aunque aquella lesión en Badajoz le lastró.

Con los dos delanteros, más la teórica capacidad realizadora de De las Cuevas y de la segunda línea blanquiverde, el club se encomendó tanto a ellos como a la savia nueva que representaban las aportaciones del filial -Julio Iglesias o Luismi- más la apuesta más que arriesgada de Salido.

Los dos pesos pesados del ataque blanquiverde no respondieron a las expectativas. Willy Ledesma ha anotado hasta ahora siete goles en 1.359 minutos disputados, mientras que Piovaccari anotó cuatro tantos en 890 minutos. El extremeño promedia un gol cada 194 minutos y el italiano otro cada 222,5. Siendo un problema de equipo, en general, también lo es individual, ya que prácticamente todos los máximos goleadores de todos los grupos tienen mejores promedios. Raúl, del Betis Deportivo, tiene un promedio de ungol cada 142 minutos, Iván (Sevilla Atlético) marca cada 132 y el dato más importante lo deja Alberto Quiles. El exblanquiverde, ahora en el Recreativo, anota un gol cada 111 minutos, es decir, dobla en rendimiento a Piovaccari y en más de un 50% el de Willy Ledesma. Eso, solo en los máximos goleadores del Grupo 4. Asier Benito (Numancia), en el Grupo 1, promedia un gol cada 130 minutos para anotar nueve. Ángel Sánchez (Tudelano), anota un gol cada 164 para nueve en total, como Nico Williams, hermano de Iñaki, que marcó 10 hasta ahora y promedia uno cada 183 minutos. En el Grupo 3, un viejo rockero como Xumetra promedia en el Olot un gol cada 160 minutos (nueve en total) y Fran Navarro, del Mestalla, anota cada 142 minutos. Finalmente, en el Grupo 5, Hugo Duro (Castilla) celebra un gol cada 147 minutos y Vinicius Tanque (Baleares), uno cada 159.

Tanto en el concepto ofensivo general del Córdoba CF como sus goleadores en particular, el ataque blanquiverde, esta temporada, ha estado en un nivel insuficiente para lograr el objetivo.