A medida que la competición finaliza, al Córdoba CF se le va poniendo peor cara. Y no es que el semblante cordobesista haya sido excesivamente luminoso desde que allá en octubre arrancara la competición. Ahora, al grupo dirigido en esta ocasión por Germán Crespo tan solo le quedan 180 minutos de competición, dos partidos en los que certificará su descenso a Segunda RFEF o, por el contrario, será protagonista del enésimo milagro obrado por San Rafael. O por el fútbol, porque precisamente el fútbol ha brindado muchas oportunidades al Córdoba CF para encauzar su camino, pero ha sido en vano. Los blanquiverdes han despreciado las ventanas que se les abrían, sin ir más lejos, la que el pasado domingo supuso la derrota del Sevilla Atlético ante el Cádiz B o el empate de la Balompédica Linense en Murcia. El filial sevillista se quedaba en 34 puntos, los balonos se iban a los 38 y si el Córdoba CF hubiera ganado no solo se hubiera quitado de enmedio al Tamaraceite sino que tendría metido aún en la pelea a los de Antonio Calderón, próximo rival cordobesista en el Municipal linense.

Pero el conjunto blanquiverde se quedó en unas tablas que dejan la tabla en un escenario en el que, aparentemente, tan solo se espera a la oficialidad del descenso. De los tres resultados posibles, el próximo domingo en La Línea (17.00 horas), ni siquiera la victoria le garantiza llegar a la final del 9 de mayo, ante el Cádiz B, en El Arcángel. Perdiendo ante la Balompédica Linense, el Córdoba CF certificará matemáticamente su caída a la cuarta categoría del fútbol nacional. Con el empate en La Línea, prácticamente, también estaría descendido. Porque con ese pírrico punto tendría que esperar una victoria del Tamaraceite ante el Sevilla Atlético. Un empate o un triunfo del Sevilla Atlético en el Juan Guedes haría inútil ese punto en La Línea. Una victoria de los canarios dejaría a estos con 35 puntos y a los blanquiverdes con 32. Los de Germán Crespo tienen el golaverage ganado al Tamaraceite, por lo que en la última jornada tendrían que rezar doblemente: una oración para que el Tamaraceite cayera en Murcia, que el Sevilla Atlético perdiera en casa ante la Balompédica Linense y que los tres puntos se quedaran en El Arcángel ante el Cádiz B. En definitiva, que en caso de empate el próximo domingo entre el Córdoba CF y la Balona, el único resultado que no descendería matemáticamente a los blanquiverdes sería un triunfo de los canarios.

En caso de victoria cordobesista en La Línea el abanico se abre ligeramente. Le valdrían dos de los tres resultados posibles en el Juan Guedes para llegar con un hilo escaso de vida a la última jornada. Empate entre el filial sevillista y el equipo canario o victoria de este último. Es decir, que si el Córdoba CF gana en La Línea, el domingo, y el Sevilla Atlético se impone en el Juan Guedes, el conjunto blanquiverde estaría matemáticamente en la Segunda RFEF. Pero en caso de empate en el campo canario, a la última jornada llegaría el Sevilla Atlético con 35 puntos, el Córdoba CF con 34 y el Tamaraceite con 33. Y la Liga termina con un Sevilla Atlético-Balompédica Linense, un Murcia-Tamaraceite y un Córdoba CF-Cádiz B.

En caso que hubiera victoria blanquiverde en La Línea y triunfo del Tamaraceite ante el Sevilla Atlético, los tres equipos llegarían a esa última jornada de esta manera: Tamaraceite con 35 puntos, Sevilla Atlético con 34 y Córdoba CF con los mismos puntos, pero tras el filial, con el que tiene el golaverage perdido.

Por lo tanto, las cuentas se reducen cada vez más. Si el Córdoba CF pierde el próximo domingo estará en Segunda RFEF. Si empata necesitará que gane el Tamaraceite, ya que un empate o victoria sevillista haría inútil ese punto y si el Córdoba CF se impone en La Línea le valdrán dos resultados de los tres que se pueden dar en el Juan Guedes: empate -lo ideal- o victoria del Tamaraceite, ya que una victoria del filial hispalense también mandaría al Córdoba CF a Segunda RFEF.

Mientras tanto, la plantilla blanquiverde celebró ayer su tradicional entrenamiento de recuperación, en la Ciudad Deportiva, con todos sus integrantes. Silencio generalizado entre los jugadores y caras serias, en general fueron la tónica de la sesión dirigida por Germán Crespo. Como es habitual, los titulares -incuido Visus, que lo fue con el filial- realizaron solo parte del entreno con el resto del grupo para seguir luego tratamiento específico. Hoy, el plantel cordobesista disfrutará de su habitual jornada de descanso semanal y, mientras, en la mente y el corazón de todo seguidor del Córdoba CF estará la opción de elegir qué camino tomar con su equipo de aquí hasta el próximo domingo: seguir soñando con lo milagroso o iniciar el duelo.