PARLAMENTO AUTONÓMICO

El PSOE-A critica que el PP-A no tiene un plan de ayuda a la dependencia

Los socialistas acusan al ejecutivo de la Junta de Andalucía de "inacción" para reducir las esperas

La parlamentaria socialista por Jaén, Mercedes Gámez.

La parlamentaria socialista por Jaén, Mercedes Gámez. / Europa Press

Europa Press

El PSOE de Andalucía ha alertado del «notable aumento» de personas mayores y dependientes que esperan a ser valoradas o la asignación de su prestación de dependencia, según los datos oficiales de la Junta y ha advertido que el Gobierno de la Junta «no activa algún plan urgente de actuación o medidas».

La parlamentaria socialista por Jaén e integrante de la comisión de Integración Social, Juventud, Familias e Igualdad de Oportunidades Mercedes Gámez lamentó a través de un comunicado la «inacción» del Ejecutivo del PP ante el «progresivo incremento» de las esperas en dependencia mientras aprueba una rebaja fiscal «para ricos» por la que «pierde 110 millones de euros sólo de la supresión del impuesto de Patrimonio que podría destinar a reforzar este derecho y todos los servicios públicos».

Gámez esgrimió las últimas cifras oficiales de la Consejería de Integración Social, Juventud, Familias e Igualdad de Oportunidades que contabilizan en agosto pasado a 84.709 andaluces en listas de espera de dependencia, que refleja un «aumento respecto a julio, junio y sobre todo marzo», sin que el Gobierno de la Junta tenga previsto «alguna medida o plan urgente para la reducción de estas listas de espera».

La dirigente socialista incidió en que estos mayores y dependientes «no son números, sino personas que esperan disfrutar del pleno ejercicio de un derecho mientras se deteriora su salud, su movilidad y su capacidad de tener una vida autónoma». «Más de la mitad de las casi 85.000 personas en espera de la Ley de Dependencia están pendientes de valoración y la demora para acceder a una prestación va ya por una media de 620 días en Andalucía, más de 20 meses», añadió.

Gámez lamentó que «mientras el Gobierno del PP se dedica a bajar los impuestos a los más poderosos, un dinero que deja de recaudar y que puede ir a los servicios públicos.